Luqui era una niña feliz, le encantaba salir de paseo al arroyo que estaba cerca de su casa en compañía de su familia, era la niña más alegre cuando corría entre los árboles que bordeaban aquel pequeño hilo de agua que serpenteaba por toda aquella región; cuando Luqui ingresó a la escuela se destacó inmediatamente por su entusiasmo, cumplía con sus tareas y siempre estaba dispuesta para realizar actividades al aire libre, su amor por la naturaleza era innato, siempre se caracterizó por eso; se embelesaba contemplando el volar de un pájaro o el desplazamiento de una hormiga. Esa era la pequeña Luqui en su infancia. Cuando la conocí era una persona muy temerosa, era una joven incapaz de atreverse a salir de su casa, el hecho de pensar en cruzar la puerta de la cerca hacia la calle la llenaba de pavor, un temor que la hacía temblar y si alguien le hacia la sugerencia de que intentara abandonar su refugio tan solo cruzando aquella puerta, era suficiente para que los sollozos hicieran presa de ella por un largo período de tiempo. ¿Qué le pasó a Luqui? ¿En qué momento de su vida surgió ese temor tan fuerte a salir de su casa? ¿Cuál fue la razón de este encierro impuesto por ella misma? ¿Qué tipo de fortaleza encontraba estando dentro de su hogar? ¿Cómo se generó esta fobia tan arraigada a su mente? La historia de Luqui es una luz de esperanza para aquellos que se encuentran luchando por encontrar un motivo real para disfrutar la vida, muchas personas no encuentran un propósito adecuado para ser felices, para sentirse realizados o en su caso, para detectar su propósito de vida; es difícil encontrar la respuesta si somos incapaces de ver opciones o todavía más, de generarlas nosotros mismos. Luqui es una novela basada en una situación real, en donde la protagonista nació como todos los niños: inocentes a los problemas de los adultos y deseosos de conocer el mundo; pero en algún momento de su existencia esas ganas de explorar todo lo que se le presentaba fueron cortadas sin que ella se diera cuenta, el mal ya estaba hecho, la herida empezaría a sangrar lentamente y tiempo después caería presa de un temor tan arraigado que la obligó a encerrarse por casi cinco años en su casa, ¿Qué le pasó? ¿Dónde se generó el problema? Las respuestas están despejadas a medida que se desarrolla la historia. En su desesperación los padres de Luqui buscaron diferentes alternativas sin encontrar resultados positivos, el verla encerrada, el saber que ella sufría en silencio porque sus sobrinitos crecían y su ilusión era acompañarlos a la escuela del lugar en sus primeros años escolares, los hacía llorar en silencio ¿Cómo se despejó la barrera que impedía a Luqui salir de su casa? ¿Tendría otras ilusiones? Los bloqueos que padecen muchas personas para realizar sus propósitos de vida en su mayoría provienen de situaciones que se generaron en su infancia o adolescencia, pero al igual que la historia de Luqui, nunca se dieron cuenta de ello; existen indicadores muy claros de cómo estos patrones se manifiestan en los adultos: frustración, envidias, rencores, miedos de diversas índoles, fobias arraigadas, codependencias y todas ellas afectan el derecho de todo ser humano en este mundo: ser felices. Posponer es consecuencia de estos patrones de conducta que nos llevan a actuar de esta manera; las personas quieren cambiar pero claudican en sus intentos, quieren ser felices, estar en paz consigo mismas, pero esas semillas que fueron plantadas en su infancia o adolescencia germinaron y hoy están generando frutos amargos. Luqui se dio cuenta de ello y ahora es una joven llena de vida, de propósitos y feliz por acompañar a sus sobrinitos al jardín de niños... La senda que caminó Luqui espera por ti, así que empieza a transitar por ella, acompaña a nuestra protagonista en cada una de las etapas que le tocó vivir y date el permiso para darte cuenta de que todo lo que necesitas para se