About the Book
La definición de la Academia de la Lengua Española para milagro es: hecho no explicable por las leyes naturales, que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino. Y también: suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa. Por lo que en un sentido más amplio, milagro es cualquier manifestación inexplicable, no forzosamente una curación, sino aparición inusual de algo también inusitado en un lugar donde no es lógico que se encuentre, y en circunstancias nada habituales, como las múltiples personificaciones de La Virgen. Hoy en día, La Iglesia solamente considera milagros las curaciones sin explicación científica, y no las apariciones. Antiguamente, las manifestaciones divinas se calificaban de milagros, pero, según avanza la ciencia, se han descubierto tantos trucos y fraudes que ya es imposible aceptar como sobrenaturales la mayoría de ellas. No todo lo que la ciencia no explica puede reputarse de milagro, o no se llama así si no hay intervención divina. En base a esto, si lo inexplicable no es milagro, ¿cuál es la diferencia entre el milagro reconocido y la curación misteriosa? Hay muchos casos de enfermos diagnosticados de incurables, que han sanado (a pesar de los médicos) por habérsele aplicado acupuntura, o por someterse a una dieta rigurosa de pétalos de rosa o crisantemos. En esos casos, si el paciente no recurrió a un santo, a La Virgen o tomó agua bendita de Lourdes, no es milagro, sino que los doctores no tenían mucha idea. Por tanto, es milagro solamente cuando interviene un experto de La Iglesia, y lo diagnostica como tal. Por ende, los miles de "milagros" que suceden cada día, en lugares que no se encuentran bajo la supervisión de La Santa Seda, no pasan de ser anécdotas. No pretendo que el lector lo entienda, porque yo mismo no veo muy clara la diferencia, o no ser que en un caso se venden escapularios, y en los otros quizá algunos vayan a ver a un doctor oriental, para que le haga acupuntura, o compre "uña de gato", que dicen que cura el cáncer. Por otra parte, y pasando al asunto práctico: si los extraterrestres quisieran mandarle un mensaje a la humanidad, ¿no sería mucho más sencillo aterrizar en el estadio Maracaná, cuando se juegue un partido trascendental, en vez de escoger de emisario a cualquier fulano perdido en un bosque? Claro que los dos cientos mil espectadores no tendrían un buen medio de vida dando conferencias sobre el mensaje, la abducción y lo hermosa que era la nave por dentro. O quizá, con su tecnología, podrían intervenir la señal de la Final del Mundial de Fútbol, y tendrían mucha más audiencia. Si la Virgen María quisiera darles un mensaje a sus fieles, quizá debería usar al representante de su hijo, El Papa, en vez de andar eligiendo pastores en lugares remotos. También podría aparecerse en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, uno de esos días en que no cabe un alfiler. Lo más curioso de la Virgen es que contradice a su hijo, pues, mientras él dijo que su reino no era de este mundo, ella insiste en que le hagan iglesias; y, si él dijo "darle al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios", indicando que lo que le interesaba era el espíritu, La Virgen pide fabricar medallas y hacer colectas. ¿Será que los sacerdotes son los modernos césares? Así sí se entiende. Un detalle muy curioso; que La Iglesia debió haber analizado desde hace tiempo; es la razón de que La Virgen se aparezca a pastores, prefiriéndolos a los prelados eclesiásticos. ¿Será que Jesucristo y su madre no confían en ellos, y optan por cualquier hijo de vecino? ¿No se han puesto a pensar que La Virgen envió mensajes en Lourdes, Fátima y México, en lugar de hacerlo en El Vaticano, que viene a ser su embajada en la tierra? ¿O será porque los pastores son creyentes, y los prelados muy escépticos? Milagrero es lo mismo que embaucador o charlatán, pero referido preferentemente a la religión, específicamente a los milagro