Era una fría mañana de invierno en septiembre de 2012 cuando Yevgent "Zhenya" Salinder, de 11 años de edad, se puso su chaqueta acolchada más abrigada, un gorro de lana tejido y manoplas a juego, y salió por la puerta con sus perros fieles meneando sus colas. Como casi todas las mañanas, el niño deambuló cerca de la estación meteorológica polar de Sopkarga, una región aislada al norte de la península rusa de Taimir (o Taimyr), donde residía, pero en esa mañana en particular, un hedor terrible que casi le hace aguar los ojos, lo hizo reducir el paso. Intrigados, Salinder y los perros buscaron la fuente del extraño miasma, y en el proceso se toparon con un par de talones descongelados que sobresalían de la fría tierra, de una criatura desconocida.
Cuando el joven Salinder les contó a sus padres lo que había encontrado, ellos alertaron a las autoridades, pero al principio nadie tenía la más mínima idea de cuán profundo era el descubrimiento. Resultó que las patas estaban unidas al cadáver, casi completamente intacto, de un mamut lanudo de dieciséis años de edad que pereció hace unos 30.000 años. Se dice que el mamut, apodado inicialmente "Zhenya" en honor a su descubridor, fue el descubrimiento más significativo de un mamut desde 1901, y es el segundo mejor conservado de su tipo que se ha descubierto. No sólo estaba su esqueleto en condiciones casi perfectas, también ostentaba uno de sus colmillos, una masa de piel, grasa, carne, un ojo, una oreja y muchos de sus órganos. Fue este impresionante hallazgo el que permitió a los científicos confirmar el propósito de las "jorobas" encontradas en los lomos de estas criaturas, las cuales eran compartimientos adicionales de grasa aislante.
Para el momento en que Zhenya hizo el descubrimiento, la gente había estado bastante familiarizada con los gigantes extintos, durante muchos años, y personas en todo el mundo habían visto representaciones de ellos que acompañaban sus fósiles. Desde que Georges Cuvier reconoció a la especie extinta como parte de la familia de los elefantes, o Elephantidae, a finales del siglo XVIII, los diversos hallazgos de fósiles de Mammuthus, particularmente en lugares donde quedaron bien preservados en el frío, han hecho, discutiblemente, del 'mamut lanudo', la especie animal extinta más popular después de los dinosaurios.
Con una altura aproximada de 3 metros y un peso de varias toneladas, los mamuts lanudos parecen cosa de leyenda, pero el arte rupestre temprano indica que, a diferencia de los dinosaurios, los mamuts lanudos fueron contemporáneos de los primeros humanos, y sus últimos ejemplares se extinguieron hace unos 4.000 años. Todo eso explica por qué las personas han estado fascinadas por los mamuts lanudos desde hace tanto tiempo, y han incluso imaginado traerlos de vuelta a la vida mediante la genética en algún momento del futuro.
Los mamuts lanudos: la historia y legado de la especie extinta más famosa de la familia de los elefantes examina los orígenes de los mamuts lanudos y los hallazgos fósiles. En conjunto con imágenes que representan personas, lugares y eventos importantes, aprenderá sobre los mamuts lanudos como nunca antes.