Las noches tórridas de los veranos tropicales inclinaban a las personas a consumir drogas y medicamentos estupefacientes en grandes cantidades, después llegaban las locuras y las barbaridades. ¿Era el calor o la estupidez humana lo que les impelía a cometer tamañas fechorías? También había profusión de sectas, un mercado muy viciado era lo que había en aquellos días, que estaban influyendo y se entremezclaban ya con los partidos políticos ya con los clubes de seguidores de equipos de fútbol y otros deportes. El resultado tendía de continuo a ser catastrófico: atentados terroristas, incendios forestales provocados, guerras sectarias en las zonas más atrasadas del planeta y batallas campales en los campos de fútbol. Agresiones de todo tipo y en todas partes. Un tiempo de felicidad, supongo, para algunas personas que de todo hacían grandes negocios. ¿Tanto cuesta abandonar la barbarie? Está la barbarie propia y la ajena. Dichosa ignorancia, madre de casi todos los males. Habrá que hacer acopio de ganas para escribir otro libro después de este, tomárselo con calma. Os cuento: Había cuatro palomas, cuatro miradas distantes, paseando por el tejado cercano. El olor de la locomotora vandalizada le trajo el recuerdo del sonido poderoso de aquellas enormes máquinas con motores diésel; fue apagarlas y llegar el final de la civilización humana. Las ruindades de los poderosos minaban la ciudad cual termitas humanas. Puente de Luz. Hacia La Fuente. Vayamos con la historia de Samur Pan, el último héroe, un perfecto canalla que intenta salvar su pequeño mundo, sus recuerdos personales a costa de quien o lo que sea aun viendo y sabiendo que el mundo se derrumba a su alrededor. Hombre poco instruido y fiero, el último reducto de humanidad resistiendo el último asalto a su alto torreón. El secreto mejor guardado, lo que nunca pasaría a creer ha estado siempre delante de sus narices: las niñas de sus ojos. Experimentos secretos, ciberguerra, resultados catastróficos al saltar por los aires la Caldera de Taburiente de la Isla de La Palma, los misiles y cabezas nucleares salen a la atmósfera superior y caen descontroladamente. Ausencia de información fiable, rumores y maledicencia provocan la III Guerra Mundial. En este escenario transcurre la tragedia de Samur Pan, un policía de barrio que termina defendiendo, a su manera, los últimos restos de humanidad. La historia arrancó en otoño de 2013 con un pequeño cuento: Picnic en el depósito, un pequeño homenaje a los maestros rusos los hermanos Strugatski que salió en mi libro Noche en la estación del norte y otros cuentos fantásticos; pasó el tiempo y los muchachos de las pequeñas y ridículas bicicletas volvieron a aparecer, y con mucha fuerza. Sería en los cuentos El caso del hongo asesinado y Adán callaba como un puta, donde se presenta a Samur Pan y las diablas azules, estos cuentos fueron publicados en Historia de un talento, el primer volumen de Los cuentos de la reina arpía. Tenía que escribir el final de esta maravillosa aventura pero por medio se coló la fabulosa historia titulada: La Fiesta de la Vendimia en Isla Berkner, que salió publicada en mi libro Cuentos de Tiempo-espacio 8 Pi. Isla Berkner está en La Antártida y el comienzo de este relato sucede de manera correlativa con el final de Samur Pan, es por ello el curioso título para este relato de Llamando a Base Castilla que le he dado a este libro.
About the Author: Este es el doceavo libro que publico y también es un homenaje a todas las muchas y buenas novelas y películas de ciencia ficción con las que me he alimentado desde niño; confío que hayan disfrutado con su lectura. Si quieren escribirme y hacer cualquier comentario sobre esta novela o sobre mis obras anteriores mi correo es cuassia@gmail.com También tengo un par de blogs donde pueden dejar sus mensajes: caminodelasluciernagas.blogspot.com.es/ Aldaba amiga Y también cuenta en Facebook: https: //www.facebook.com/ladmis.pan