Este libro lo he escrito en inglés, para poder practicar el idioma, porque estuve viviendo un año en el Condado de Kent, repartido entre Ashford y Canterbury, pero al no practicarlo aquí en Barcelona, lo estoy perdiendo y pensé que era una manera de activarlo. El último mes de Octubre de 2012, cuando ya debía volver a Barcelona porque ya había pasado el año que había dedicado a estar en Inglaterra, me di cuenta que tanto en la Universidad, que habían habilitado unos barracones para que los extranjeros, donde iba aprenden gratis, como en el Colegio, la mayoría eran jóvenes y siempre querían saber los años que yo tenía. Cosa que no consiguieron, porque como me trataban igual que a uno de ellos y me invitaban a todas partes: a tomar cerveza, a salir de excursión, a sus fiestas... Y a mí me gustaba, cosa que no les dije hasta que me despedí. De haber sabido que yo tenía setenta años, su trato hubiera sido mucho más respetuoso y diferente.
Esto me hizo dar cuenta, que no son los años que te limitan, sino tu actitud frente a los momentos complicados de tu vida. Yo me comportaba como ellos y estaba muy feliz. Además, nunca me sentí discriminada, ni por los profesores ni por los alumnos. Pero esto era así, porque yo actuaba exactamente como ellos, estudiar y hacer los trabajos para conseguir tener buena nota en el examen final.
Si emprendes un camino para hacer aquello que te inspira y no te sientes en plenitud y feliz, seguro que eres tú el que te boicoteas, porque no te permites estar, hacer, pensar y verte como si ya lo tuvieras conseguido. Si lees este libro te aseguro que tendrás una nueva perspectiva de vida cuando lo hayas finalizado.
Cada día cuando me levanto agradezco y bendigo el nuevo día y todo lo que tengo en mi vida. Sentirme joven, fuerte, sana, llena de proyectos. En este libro doy énfasis de lo importante que es el amor, la generosidad, la bondad y el saber adaptarse a las circunstancias.