Imagina el thriller que te espera con tan solo leer la primera página. New Tawn 18/01/2019Querido, señor H. He visitado recientemente a un psicólogo para confirmar lo que yo ya sabía y que usted también sospechaba, pero que nunca se atrevió a decírmelo: que soy un desequilibrado. Tengo un problema de personalidad múltiple, ansiedad y depresión. Todo junto es un torbellino del que le aconsejo mejor se escape, bueno, se termine de escapar. Con gusto acepté que lo soy y con el placer que invade mis sentidos le dedico estas líneas que nacen de dos partes de mi personalidad. La primera es sufrida y algo torpe, quizá hasta débil en muchos sentidos. Así fue como me conoció. La segunda, es una personalidad inestable que me hace dudar de mi sentido común y de la realidad. Por todo ello, aunque no lo crea, lo felicito. Usted creó en mí a un monstruo que podría horrorisarse así mismo. Y no sienta pánico; al menos no por ahora, pues quien le escribe soy yo, el joven tonto que por todo se disculpa con cada persona que se encuentra en el camino. El que no puede conciliar el sueño porque una vez más su irremediable recuerdo no se puede borra de su mente, y se ha vuelto un tema recurrente. Le comento que Ansiedad se ha vuelto mi amante más dotado. Dotado de tiempo para dárme insomnio en cualquier hora de la madrugada, o quizá las noches enteras. También es un buen amante porque sabe qué partes sensibles me puede tocar. Incluso sabe cómo hacerme mojar la almohada. Tiene la perfecta manera de acariciarme los suspiros, los anhelos, los sueños... Ahora sí, sienta todo el miedo que quiera sentir. Le hablaré de mi otra personalidad, déjeme decirle que tiene tendencia suicida y sociópata. Soy una persona emocionalmente inestable. No querrá cruzarse nuevamente en mi camino. De pasar eso no creo que yo tenga el coraje para borrar de mi mente que es usted uno de los personajes más malditos que destruyeron mi vida. Y a los cuales les he asignado un día, una hora y un año específico en que tendrán que rendirme cuentas. Por el momento no quiero entrar en detalles superfluos sobre lo ocurrido, ya será en otra ocasión que se lo recordaré, pues esta apenas es la primera carta de muchas que pienso enviarle. Escóndase de mí, señor H., sería una pena que provoque mi ira antes del día esperado. Eso solo lo conducirá a su desgracia. En tan penoso y desafortunado caso tendré que modificar y hacer unos cuantos ajustes a mis planes. Espero la oportunidad de gozar cada segundo del último día que estaremos juntos. No me dañe nada, no sea un aguafiestas, no me haga enojar. Es de mal gusto que el invitado llegue al convivio antes de que se hayan realizado los preparativos, que estoy más que seguro le encantarán. Con cariño: Su exterminador que lo espera con ansiedad. Posdata: Ansiedad es mi amante celoso, me quiere solo para él. Le sugiero no haga nada estúpido.