La Posesión del ÁgataRecorrido Poético por el Parque Natural Cabo de Gata - Níjar
Almería (España
El oficio del poeta es el de un experto y apasionado cirujano, abriendo las heridas y suturando sus costurones. Es un oficio de sanación, pero esto no puede evitar el dolor. Porque, ¿cómo contener sin dolor la hemorragia de una herida tan ancestral y profunda como la raíz de los volcanes?
En La Posesión del Ágata, Desfilan ante nosotros todos los rostros del paisaje humano y natural almeriense; se nos llenan los ojos de palmitos, lentiscos, espartos, norias, aljibes, amenos valles, secarrales, hambre, cortijadas, albaidas, jornaleros, mares, roquedos, calor, y el frío que siempre acompaña al miedo.
Julio González Alonso
Poeta. España
---ooo--- La palabra ilumina al corazón callado de la piedra. Abre su resplandor ante la herrumbre, gotea en la memoria, dicta raíz y mar, palomas del desierto y de la sal que aroma. El hambre y su radiografía, la niñez, la ronda de extranjeros que naufragan en el yo, el árbol de cenizas y el hueco del amor vencido. La posesión del Ágata. Hay mapas en vigilia, senderos que desandan la voz del caminante, pausas que difuminan la ansiedad y el eco en el susurro de aquello que no vuelve.
Benjamín León
Poeta. Chile
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La Posesión del Ágata. El libro que el lector tiene en sus manos es un viaje al yo profundo, una visita a la infancia. No es este libro una evasión, sino una reivindicación del presente eterno de una tierra dura, agreste, bella, hostil, volcánica y agradecida. Las páginas se nos abren en tono de susurro, entre la confesión y la complicidad, porque desde su infancia, Alonso pugnaba por encender palabras. Y nosotros apreciamos ahora su luz.