Este es el relato de los últimos nueve meses de vida de Jiddu Krishnamurti. El autor Scott H. Forbes, compartió a su lado entre seis a ocho horas diarias desde mayo de 1985 hasta su muerte ocurrida en febrero de 1986. Estos fueron tiempos de cambios radicales en las organizaciones Krishnamurti norteamericana, inglesa, suiza e india, de los que el autor en sus 37 años de edad mantuvo notas detalladas. A pedido de Mary Lutyens, la biógrafa oficial de Krishnamurti, Scott compiló y le prestó sus notas para dos volumenes finales de su biografía ("Vida y muerte de K." y "La puerta abierta") . Ella misma le aconsejó de publicarlas en otro libro, con la sugerencia de "no cambiar una palabra". Luego de treinta y un años, se propuso seguir su consejo. No obstante, en décadas posteriores, como el autor encuentra que tenía cosas adicionales que agregar acerca de este tiempo extraordinario de su vida, lo lleva a cabo agregando notas al pie de las páginas y apéndices, a fines de preservar el material original. Por esta razón y en forma exclusiva, este libro muestra los últimos meses de vida de Krishnamurti a través de los ojos de Scott Forbes en dos etapas de su vida, a sus 37 y 68 años de edad. La mayoría de tantos otros libros que aparecieron sobre él, fueron escritos por personas que lo conocían muy poco o nada.
Scott, en este libro con certeza cita que ninguno de nosotros puede ver lo que sucede desde todos los ángulos, aunque ocurra delante nuestro. Incluso lo que vemos, si no se lo anota inmediatamente, queda sujeto al mayor instrumento de falsificación: la memoria; porque su precisión disminuye drásticamente con el tiempo, y también con cada recuerdo del evento. Agrega que esta no es su opinión, es la ciencia del cerebro. Por lo tanto, cuando algunos de los que estuvieron con Krishnaji o cerca de él, una y otra vez recuerdan con cariño sus experiencias, en cada recuerdo las tornan menos precisas hasta convertirlas solamente en propias creaciones, que no son los hechos. Como durante más de dos décadas el autor estuvo completamente al margen de todas las organizaciones Krishanmurti, por lo que no tuvo a nadie que proteger, nada que promover, ninguna agenda organizativa, ni nada que lograr. A pesar de que pasaron treinta y un años, sigue siendo un estudiante tan dedicado a las Enseñanzas de Krishnaji como siempre lo fue, donde a las experiencias de su vida se sumaron sus observaciones de treinta y un años atrás. Estos agregados los señala como notas al pie de página y apéndices del texto original, preservando así la integridad del material original como fuente primaria, mientras que se agregaron elementos útiles para comprenderlo.