JUAN PABLO II! A lo largo de la historia de la humanidad, nadie hasta tal punto era consciente de que los jóvenes son el futuro del mundo; nadie ha entendido siempre tanto que las riendas del mundo pasarán inexorablemente a nuestras manos; nadie ha aprendido tanto que la juventud es la única esperanza para un mundo en peligro; nadie se ha preocupado mucho por hacernos comprender hoy en día, las grandes responsabilidades que serán nuestro futuro; nadie se ha esforzado tanto con el fin de prepararnos para hacer frente eficazmente a los numerosos desafíos que enfrentamos en la construcción de un mundo mejor. Ningún otro hombre ha hablado tanto con nosotros, ningún otro hombre sabía cómo hablar con nosotros tan bien, ningún otro hombre sabía cómo encontrar las palabras adecuadas para decirnos lo que tenemos que saber: LA VERDAD. En este mismo momento de su canonización, jóvenes de los 5 continentes, jóvenes de diversos orígenes como a Juan Pablo II le gustaba reunir, jóvenes no todos católicos y uno incluso no creyente de ninguna religión (prueba, en su caso de ser necesaria, de la universalidad del Papa y una ilustración, de lo más elocuente, de la capacidad de su mensaje de trascender las fronteras religiosas) impulsados por la firme convicción de que hoy, más que nunca, Juan Pablo II sigue hablando con nosotros, te proporcionan sus mensajes con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud en ocho idiomas: Polaco, Inglés, francés, alemán, español, italiano, portugués y holandés. Querido y joven amigo, no lo dudes y sáciate de esta fuente inagotable de sabiduría de la que Juan Pablo II nos hizo beber toda su vida; sin duda podrá ayudarle a darle un significado más apropiado a su vida.
About the Author: Karol Józef Wojtyla, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él. Los cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado duró casi 27 años y fue el segundo más largo en la historia de la Iglesia. Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ). En las 20 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994. En una ocasión declaró que le gustaría ser recordado como el Papa de la Familia. Los últimos años de la vida de Juan Pablo II se caracterizaron por un deterioro progresivo de su salud, un efecto combinado de la edad y de diversas dolencias que llevó varias veces a su hospitalización. Pero a pesar de la enfermedad y el sufrimiento, él sostuvo con firmeza su misión hasta el final. Desde febrero de 2005, las complicaciones de una gripe le sumió en una agonía lenta seguida por la ansiedad y la compasión en el mundo entero. Finalmente, el Padre partió de este mundo, el 2 de abril de 2005, a las 21:37, mientras el sábado llegaba a su fin y el día del Señor ya estaba empezando, la Octava de Pascua y Domingo de la Misericordia, que él mismo fundó en 2000. Su funeral tuvo lugar el 8 de abril de 2005, pero desde su muerte más de tres millones de peregrinos llegaron a Roma para rendir homenaje a sus restos mortales, la mayoría de ellos haciendo cola hasta 24 horas para entrar en la Basílica de San Pedro. El 27 de abril de 2014, Domingo de la Misericordia, sólo nueve años después de su muerte, Juan Pablo II fue proclamado oficialmente como santo por el Papa Francisco I, que, dos semanas antes, el Domingo de Ramos, lo nombro Santo Patrono de las las Jornadas Mundiales de la Juventud.