Existe una analogía y relación muy estrecha entre el juego de ajedrez y el juego de la vida. Sabemos que la vida es un juego, en el ajedrez usamos el pensamiento y la toma de decisiones, eso mismo pasa en nuestra cotidianidad. Está más que claro que cuando pensamos o hacemos una mala jugada se nos reflejará a la corta o la larga. Hay excepciones, muchas veces el contrincante no se percata de esos errores cometidos, pero esas oportunidades solo si ven una vez. En nuestro diario vivir no es nada diferente. Se podría decir de manera metafórica que el juego del ajedrez y el juego de la vida son gemelos en cuanto a su pensar y accionar.El jaque mate de la vida refleja todo el acontecer, trayectoria o proceso de nuestro afán de vida. Sabemos que tarde o temprano nos vamos a morir. Pero depende de qué forma nos morimos, tengamos presente que nacemos originales, por lo que tenemos que luchar por no morir copias o en replicas. Muchas personas creen que el objetivo de la vida es la sobrevivencia, por lo que creo que ese pensar a esquematizado a la mayoría de los individuos que habitan en esta tierra, lo digo por la simple razón de que solo la minoría piensa de manera diferente. Nunca he visto una manada de visionarios, los que creen que el objetivo de la vida es la sobrevivencia, son los que piensan en luchar el día a día y tener la típica monotonía.Estar vivo no es estar sin rumbo, sino lo contrario, es saber cuál es el verdadero sentido de la vida. El verdadero sentido de la vida es cuando logramos vencer los obstáculos que se nos presentan en el camino, por lo que esas barreras son tan importantes en nuestras vidas que nos ayudan a edificar la dimensión donde queremos llegar. Son esas que nos hacen avanzar más lejos, ya que por cada piedra que nos hace tropezar la utilizamos de diferentes formas como escalón o escalara para seguir avanzando hacia la cima. Muchos prefieren perderse el disfrute del proceso de la conquista del éxito conformándose con lo poco que consiguen para sobrevivir, limitándose a conquistar una vida de calidad. Es más cómodo soñar con que algún día se harán millonario jugando el loto o quizás casarse con una americana o europea para mangar su visa. ¿Si nos limitamos a esperar hacernos millonario con el loto, qué hacemos con las competencias o capacidades que Dios nos regaló? La semejanza entre el juego de ajedrez y el juego de la vida se percibe de una manera tan clara que en cada jugada se refleja nuestro diario vivir, como por ejemplo en la emisión del jaque. Cada jaque que se le da al rey es similar a los tropezones que nos damos al caminar por nuestro trayecto de crecimiento. Así como hay un jaque, también hay un tropezón o un obstáculo que nos da la oportunidad de aprender a través de la experiencia. Los errores son para aprender, pero con la salvedad de que no se puede repetir el mismo error, y si por alguna u otra razón se repite, entonces que esa razón sea para ser excelente. Hay un dicho que dice que los tropezones hacen levantar los pies, pero si no aprende a levantarlos, esos mismos tropezones te llevaran al jaque mate de la vida, tu final. Seria mejor amputarse los pies, si eso va a hacer tropiezo para conquistar el éxito. Así de drástica son las sagradas escrituras en el libro de Mateo 5:29 "Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno."