Mientras no encarcelen al espíritu, ni lo dañen, ni lo maten. Hay que seguir adelante.** Después de pensarlo por un tiempo Armando Blanco se decide a escribir la historia que una vez le contaron.Para proteger la identidad de la autora de este libro, Armando opta por llamarla Luz Aurora y así evitar cualquier mala intención que pudiera surgir en el proceso del mismo, o cuando llegara el día de darlo a conocer.A finales de 1999, en el mes de Noviembre, Luz Aurora le pidió a Blanco que escribiera algo que deseaba que la gente supiera, porque según ella, la justicia no era justa como aparentaba, por lo menos en su caso, quien en carne propia había vivido y aún; estaba sintiendo los daños que aquel atropello le causara, más que todo en lo moral y sicológico, sin agregar el impacto y la repercusión que esto tuvo en sus dos hijos, mayormente en la hembra que en esos entonces contaba con poco años de edad.Armando la escuchó, y se comprometió a dar a conocer la historia, por lo que Luz Aurora en gratitud le cedió los derechos de autor... Blanco no necesitaba de aquello pero lo aceptó para poner un grano de arena sobre aquella situación que se quiera o no, también lo había afectado al no comprender como a lo que llamamos justicia se hubiera ensañado en una persona tan humana como Luz Aurora. Y si la palabra escrita de alguna manera pudiese ayudar, Blanco lo haría y, que mejor que con un material cortado de la propia raíz donde el dolor, la angustia y la impotencia se convierten en el pan diario de un martirio, y respirar la libertad, no se puede por el mismo temor y la desconfianza que se genera en el contorno.El entusiasmo que tuvo Armando al principio fue mermando, debilitándose, hasta perder todas sus fuerzas, por no encontrar lógica en lo que Aurora le contara. Blanco creyó que Luz no le estaba dando un material fidedigno al cien por ciento, y fue por eso que la intención de escribir el libro se ensombreció al grado de dejarlo al olvido. Además; Armando tenía mucho material personal que necesitaba su atención en vez de perder el tiempo en una historia que no le pertenecía. Así fuera por nobleza hacia Luz Aurora, porque la historia merecía la pena, o para alimentar el morbo de algunos y de paso; hacer un poco de conciencia al sistema judicial. O sencillamente por medio de ésta llevarle un mensaje a la humanidad. Y si era esto último, menos le importaba a Blanco, por saber que la humanidad es, y está, como quiere estar, y de lo que menos le interesa saber es de buenos consejos o mensajes. Así que, por ese lado; el libro de Luz Aurora estaba destinado a no salir a la luz pública, a menos que otra persona lo escribiera, o fuera la misma Luz Aurora quien decidiera hacerlo.Cuando a uno le toca, le toca... En los primeros meses del 2006 Armando se topó con aquel material grabado con la voz de Luz Aurora, y lo que ya estaba muerto y tirado al olvido, pareció tomar fuerza, más por el llanto constante que aparecía en aquella grabación, y en ese llanto, Blanco pareció entender una súplica que le exigía no hacerse el desentendido ante aquel dolor ajeno. Nada perdía con escribir unas letras...En el 2006, en forma relámpago, termina el libro. Un libro de pocas páginas por cierto. Y de muy poca validez para Armando, quien se sorprende cuando el mencionado librito de Luz Aurora comienza abrirle las puertas que no pudieron abrir sus propios libros, por lo que recuerda lo que una vez le dijera Luz Aurora Cervantes: "Es mi regalo. Tú tienes que escribirlo. Tal vez así, un día, se te reconozca como escritor. Quizá en materia el libro no sea bueno, o le falte algo, pero con el tendrás la oportunidad de darte a conocer. Y así, un día, no muy lejano, tus propios libros escribirán la historia."La Injusticia de la justicia es un libro suavemente escrito, con una literatura fácil de digerir para cualquier clase de lector.