Segunda edición.
Zona de Cuarentena es la primera entrega de la saga INFERNUM Z, una serie de extensas novelas autoconclusivas que conducen al lector a través de una pandemia apocalíptica en la que... ¡Oh, venga ya! ¿Otra vez soltando el mismo rollo de siempre? ¡No, me niego en redondo cual tortilla de patata! Dejémonos ya de tanta tontería, que esto es España y todos sabemos que aquí las cosas se hacen a las bravas; o sea, en caliente y con picante como para agujerearte el páncreas.
¿Que llega el apocalipsis? Pues si tiene que llegar, que llegue. Pero de hacerlo que lo haga para quedarse, que ya está bien de que cuatro pringados salven al mundo usando el mando a distancia de un TDT. Seamos serios; esto es España y aquí si hay que matar a alguien, pues oye...se le mata y tan amigos.
¡Hay un millón de zombis en la plaza!
¿Y? Anda, no me seas roñoso y pon más, que pocos me parecen.
¡Jobar, los americanos tienen bases subterráneas en las que pueden refugiarse durante años!
Pues que se joroben, que cuando salgan estarán más paliduchos que el culo de un finlandés. Además, nosotros tenemos bodegas de vino y castillos a tutiplen, y vamos sobrados de embutidos y armaduras medievales.
¡Pero ellos tienen Hummers!
A ver, alma de cántaro, ¿no te das cuenta de que nosotros tenemos más tractores que botijos y que podemos aplastarlos cuando nos salga de la pi...?
¡Ya, pero los americanos pueden comprarse un tanque en el supermercado!
Que cansino eres, hijo mío. En cuanto se les acaben las bombas, saco la cosechadora de la nave, te vienes conmigo y ya veremos quien se carga más zombis.
¡Pero es que ellos tienen a los Marines!
Pues que tengan cuidado de no toparse con la cabra de la Legión, que esa se desayuna a cuatro de ellos cada mañana. Además, ¿no ves que esos están acostumbrados a que les den equipo como para una boda, mientras que el lema común a todas nuestras tropas es: Búscate la vida. ¡Por fin, después de chorrocientos años, nos volverán a tomar en serio! ¡El fin del mundo ha empezado en España y, para más señas, lo ha hecho en un pueblecito en el que el más tonto te pega un tiro y después se va al bar a tomarse una cervecita con los amiguetes! ¡Chúpate esta, New York!
Y ahora que ya ha quedado claro el espíritu de la saga, vayamos al meollo de la cuestión. Un bucólico pueblecito castellano que guarda una vieja historia sobre un grupo de alemanes y vecinos del pueblo a los que, durante la guerra civil, enterraron en vida en un búnker para quedarse con el oro que almacenaban. Un montón de entrañables y sádicos viejetes que llevan desde entonces avisando de que, antes o después, regresarían para vengarse. Una masacre en la que los zombis le cogen el gustillo a lo de comer humanos al natural. El más listo del pueblo que toma las de Villadiego y se larga cagando leches a Alemania. La ONU que decide crear una zona de cuarentena que abarca gran parte de la meseta central. Los americanos que aprovechan la ocasión para enjaretarnos mil torretas de fuego automático que tenían preparadas para ser instaladas en la frontera con México. ¿Quiénes estarán más seguros? ¿Los que están fuera de la zona de cuarentena y no quieren entrar o los que están dentro y no pueden salir?
¡Sí, estimado lector! Tú, que así a lo tonto te acabas de comer una sinopsis desmedidamente larga, sabes ahora que los valerosos y descerebrados luchadores del páramo están esperando que te unas a ellos. Así que toma tu arma (si por lo que sea o porque no eres americano no tienes a mano un lanzagranadas, igualmente te servirá una sartén de las gordas) y acompáñalos en esta larga aventura repleta de acción y un ilimitado número de zombis con tanta hambre como mala uva tienen los protagonistas que les van a dar estopa durante unos cuantos miles de páginas.
¡Buena suerte, mucha munición y corr