Esta publicación es parte de una serie sobre el Nazismo y la Segunda Guerra Mundial. En la primera publicación llamada La Quinta columna Nazi en el Uruguay fue escrita para presentar evidencias sobre la infiltración alemana en países americanos como Uruguay. Si no hubiese sido por Hugo Fernández Artucio, que arriesgó su vida, hoy día Uruguay sería una colonia alemana. Durante la investigación se descubrió cómo Alemania dominaba la industria uruguaya a través de compañías que pertenecían a I.G. Farbenindustries. El mejor ejemplo fue la compañía Siemens, una empresa que instaló los cables de los tranvías, las líneas del teléfono y la que construyó la Represa del Rincón del Bonete.
En la segunda publicación llamada Nazismo. El Juego de las Guerras y las Ganancias, se presentaron una serie de eventos históricos, todos ellos relacionados al poder del capital, del cartel del acero alemán, del cartel químico de I.G. Farben y del cartel americano. Las compañías también ejercitaban sus poderes sobre la política en países americanos y en países neutrales que colaboraron con el Nazismo por interés económico. El sistema de espionaje de I.G. Farben, no solamente le permitía a Alemania una dominación económica fuera del país, sino que le permitía apoderarse de patentes de productos que Alemania desesperadamente necesitaba para la guerra, como ser el caucho y el combustible sintético.
La nueva publicación, Hitler se Suicidó en el Búnker de Berlín, ha surgido debido al insaciable interés relacionado a la muerte de Hitler. Las constantes especulaciones, sin pruebas científicas de que Adolf Hitler sobrevivió a la caída de Berlín me ha incentivado a publicar las evidencias sólidas que demuestran lo contrario. Por un lado, tenemos los testimonios aislados de particulares diciendo haber visto a Hitler sin haber encontrado nunca su cadáver o una autopsia hecha en esos países. Por otro lado, tenemos estudios odontológicos forenses y una autopsia completa hecha en Berlín el 8 de mayo de 1945 por los soviéticos. Cuando se comparan las evidencias basadas en las leyes de la chance o probabilidad con las evidencias científicas es difícil seguir insistiendo que Hitler sobrevivió a la Batalla de Berlín.
Es recién en este milenio que finalmente tenemos evidencias primarias sobre el delicado estado de salud de Hitler en los últimos meses de su vida, lo que fue descripto por sus propios médicos. Claro que el público no lo sabía, se mantuvo en secreto hasta que aparecieron sus fichas médicas décadas después. Hitler tenía problemas gastrointestinales con espasmos dolorosos y seguramente mal nutrición alimentado a base de legumbres. Tenía arteriosclerosis, cardiomegalia y problemas neurológicos, arrastraba una pierna, temblaba todo el lado izquierdo de su cuerpo, perdía el balance con facilidad y probablemente tenía Párkinson también. Y si a todos estos síntomas y enfermedades sumamos su estado de depresión y seguramente demencia provocada por la arteriosclerosis, la sífilis y la falta de las drogas a las que su cuerpo estaba acostumbrado, cualquier médico que lea hoy día su historia médica diría que es un milagro que Hitler haya vivido hasta fines de abril de 1945.