La historia se desarrolla en la mágica América poscolonial de mediados del siglo XIX. Sara Daniela, española de segunda generación, goza de la vida social citadina y bulliciosa de Puerto Málaga. Sin embargo, con el auge del café, su padre compra la hacienda Ribera del Río y su familia se muda a vivir a la sierra, cerca del pintoresco pueblo de Mesaltepe. Aunque al principio recibe el cambio con reticencia, ahora reside en la solariega casa mayor de la hacienda y, sin darse cuenta, es arrobada por la serenidad y la sencillez del entorno rural montuno, entre plantaciones de café y el indómito bosque que rodea la finca, habitado por animales salvajes y vecino de un volcán activo.
Como en todo, su paz tiene un periodo de gracia -la mansión en que vive le ha heredado una maldición que pone en peligro su vida y la de su gente amada. Los vaivenes diarios de su ámbito familiar se enredan con pasiones carnales, celos terrenales y las inocentes percepciones de la gente pueblerina, que teje interpretaciones peligrosas y confusas del acaecer diario de la comunidad. La dualidad de ser amada y al mismo tiempo ser víctima del odio ronda la novedad de la joven criolla. Además de brujos y misteriosos maleficios de pasión, ella debe enfrentar la falsedad de galantes pretendientes de su jovial beldad, pero también de su abolengo.
La histórica novela está impregnada de encantos y tradicionales delicias, elegantes vestuarios y costumbres, nobles caballos, pero también de la prístina belleza de la naturaleza. Es una historia de mujeres: sueños vivientes, pero fuertes y con mucho carácter, constructoras de futuro y transformadoras de la sociedad.
Los personajes de Hidalga de embrujos y amores profanos te harán experimentar una gama de emociones, desde risas hasta lágrimas, sumergiéndote en sus vivencias. Los relatos y episodios, ambientados en la época, reflejan tanto la realidad histórica como el mágico realismo latinoamericano más actual.