About the Book
Lorenzo Bohme nos habla de su amor a Granada con estas palabras luminosas: "Granada ocupa un lugar muy especial en la imaginación de cada uno, incluso para el que nunca haya pisado el laberinto de sus callejones y plazuelas. Buen ejemplo de esta fascinación universal es la misma canción que se podría llamar himno oficial de la ciudad, "Granada", y que fue compuesta no por un andaluz sino por un mejicano que nunca había puesto pie ni siquiera en Europa, por el miedo que tenía a los barcos. La famosa estrofa sugiere este amor a distancia claramente: Granada, tierra soñada por mí. Si lo he tomado como título de mi libro es porque Granada siempre ha tenido para mí, tanto como para el músico Agustín Lara, un carácter irreal, de ensueño. Pues lo que fascina de Granada, aún más que sus monumentos, es su maravillosa historia, el encuentro de moro y cristiano, gitano y judío, medieval y renacentista, en este verdoso balcón de Europa que mira hacia las costas áridas de África."Lorenzo escribió e ilustró su homenaje a la historia de Granada en 2001, fruto de sus incansables paseos por la ciudad y sus antigüedades, y también de sus lecturas, buscando siempre las verdaderas explicaciones de los misterios de tan enigmático lugar. Este enfoque universal es lo que confiere a la obra su interés y autenticidad. Como dice el propio autor, "la historia de nuestra ciudad es fascinante en sí misma, tal como existió y sin las populares leyendas y tópicos ideológicos que no hacen sino ocultar su realidad humana. Granada no fue como se ha pretendido el escenario casi milagroso, en plena Edad Media, de una utopía racial y religiosa, pues se trataría de un anacronismo que sencillamente no pudo existir en ninguna parte antes del siglo XVIII, cuando nace por primera vez la idea filosófica de la tolerancia. Insistir en ver Granada bañada en esta luz fantasiosa es condenarla a ser un sitio nostálgico y pintoresco más, y su historia un mero cuento de hadas, bueno para satisfacer a los turistas ingenuos pero no a los amantes de la verdad y la vida."Acompañe pues a Lorenzo, granadino de adopción desde que estudió Filosofía y Letras aquí en 1961, en sus andanzas por la Alhambra y el Albaicín, el Sacromonte y su abadía, el Paseo de los Tristes con sus puentes y sus conventos, la Casa de las Chirimías con su pasado goyesco, el "pequeño Marruecos" de la Calderería, el minarete de San José que después fue campanario, el Colegio de San Salvador, donde los sacerdotes intentaron evangelizar a los moros vencidos, con su Patio de los Limoneros hecho por los Almohades, y por otros vestigios del pasado que milagrosamente escaparon demoliciones y restauraciones, como la casi olvidada Ermita de San Sebastián, único morabito almohade que ha sobrevivido en España. Mientras vas caminando, Lorenzo te contará también la trágica historia de Mariana Pineda, romántica heroína inmortalizada por Lorca, y la de Ángel Ganivet, el atormentado intelectual granadino que fue muy joven a suicidarse en las aguas heladas del Mar Báltico. También te explicará la diferencia, tan crucial en la Edad Media, entre "moro", "mudéjar" y "morisco", entre cristiano viejo y cristiano nuevo, "mozárabe" y "elche", entre "judío público", "cristiano judaizante" y "marrano", y - ¿cómo no? - entre esclavos y "esclavones". Te desvelará las evoluciones y contradicciones de la Reconquista con sus extrañas alianzas entre cristianos y musulmanes formadas cuando de intereses comunes se trataba, de la tentativa desesperada que hicieron los Reyes Católicos de convertir a los judíos que terminó con su expulsión masiva, y de la llegada al final de la Edad Media de un pueblo oriental muy distinto de los que le precedían, los gitanos...
About the Author: Lawrence Bohme - conocido en la región de Granada como "Lorenzo" - nació en Londres en 1942 "bajo las bombas nazis" de un padre refugiado político alemán y una joven madre inglesa. Después de la Segunda Guerra Mundial la familia emigró a Vancouver en el Canadá, pero diez años después su madre decidió ser pintora "medio cubista y medio abstracta" - y marcharse "de bohemia" para conocer el mundo. Juntos vivieron en México donde Lorenzo aprendió el español y después otros lugares pintorescos como la isla entonces británica de Jamaica y el barrio "intrelectual" de Nueva York, el famoso Greenwich Village, que en el año de 1958 se encontraba en las vísperas de la "revolución de los sesenta". Lorenzo vino estudiar en la Universidad de Madrid en 1960, donde, dice, aprendió más de vinos, tapas y toros que de otra cosa, trasladándose después a la de Granada, "para estar más cerca de mi querido Manolo Ávila", el gran cantaor de flamenco que "se ganaba la vida" como carnicero del pueblo de Montefrio. La primera aventura española de Lorenzo terminó cuando viajó a París para cursar civilización francesa en la Sorbona, acompañado por la revoltosa pintora alemana Lilo... Juntos descubrieron la pintura medieval italiana en un viaje por autostop que les llevó hasta las iglesias y monasterios medievales de Siena, Perugia, Arrezo y Ravenna. Pero Lorenzo era mal estudiante - "aprendí casi todo lo que sé leyendo, viajando y hablando con la gente que me interesaba", dice, y pronto volvió a América, realizando su sueño de vivir en una favela de Rio de Janeiro - "tal como en la película Orfeo Negro" - aventura que le duró más de 5 años. Siguieron Haiti, Cartagena de Indias y "un puñado de islas caribeñas donde trabajé como artesano del cuero y dibujante de tarjetas postales", algunas de las cuales ilustran sus diversos libros, incluso este de su querida Granada...