La revista Mito fue, ante todo, un proyecto modernizador de la escritura colombiana, proyecto fructífero, en cuanto en sus páginas se vio reflejada la obra de quienes, más tarde, habrían de constituir el núcleo más representativo de las letras colombianas de mediados del siglo XX y quienes premitirían la eclosión del llamado "boom de la literatura latinoamericana" en Colombia. Nuestra lectura de la revista señala las líneas sobre las cuales se construyó esta publicación y los conceptos básicos- neokantianos y heideggerianos- que arraigados en el pensamiento universal, permitieron el ingreso de un aire vivificante al movimiento intelectual que se congregó alrededor de la revista, básicamente la consideración de ser el individuo humano el elemento central y definitivo en toda labor de creación y comprensión del mundo. Concepción que encontramos reiterada en cada una de las argumentaciones presentes en nuestra discusión. Nuestra lectura de la revista Mito, nos permite señalar la presencia de un oasis intelectual en la vida colombiana de mediados del siglo XX, momento en el cual se aceleraron los procesos que habrían de conocerse en la historia como: "la época de la violencia". Esta pausa de desarrollo intelectual se inició, curiosamente, durante el gobierno dictatorial de Gustavo Rojas Pinilla. Circunstancia extraña par el nacimiento de una revista Heteodoxa y defensora de la libertad de pensamiento que nació y subsistió a la par que se cerraban muchas publicaciones por efecto de la censura. En Mito, el ansia de novedad y búsqueda de universalidad consolidaron el ensayo, y no a la poesía, como la vía de expresión apropiada y dúctil al propósito de llenar los vacíos conceptuales y enfrentar el autoritarismo reinante. Los ensayos cardinales, publicados en Mito, fueron aquellos de autores extranjeros, respondiendo así a la necesidad de nutrir espiritualmente a un país conservador, al cual no habían llegado plenamente las corrientes del pensamiento moderno, ni las formas literarias propias de la primera mitad del siglo XX. En cuanto a la poesía, en Mito se consolidaron una serie de elementos formales y se decidió, de un vez, la vocación por la modernidad en la escritura colombiana; entre las innovaciones formales que encontramos en la revista podemos mencionar, entre otras, la adopción definitiva del verso libre. Para lograr estos cambios fue necesario revitalizar la presencia de loa autores españoles de la "generación de 1927" y del "exilio español": Aleixandre, Cernuda, Guillen..., a la vez que se recuperó la voz poética y crítica de quien se constituyó en maestro y guía de la revista: Octavio Paz. Confluencia de autores demostró, una vez mas, la unidad de las letras castellanas. En la narrativa, Mito tuvo ocasión de reconocer y acoger, en sus páginas, a los autores que más habían de configurar el "boom latinoamericano" y definir las líneas generales del "realismo mágico". En Mito, el "realismo mágico" lo entendemos como parte integral de un proyecto modernizador que buscó el desarrollo de ideas y formas de valor universal. Proyecto estético cuya raíz no es exclusivamente latinoamericana y que responde a la necesidad de proporcionar respuesta a la crisis de valores presentes, en Occidente, desde finales del siglo XIX, acentuada con la crisis social y económica del período "entre-guerras" y que dio lugar, como desenlace de esta larga búsqueda al "fin de la historia" y la aparición de la "post-modernidad". Nuestra lectura de la revista Mito aprovecha la apertura de unos textos, que apareciendo como disímiles poseen, en el fondo, la posibilidad de marcar derroteros bien claros y dar forma definida a un período de la historia de la literatura latinoamericana, en medio día del siglo XX.