El autor dice que no hay soñadores pequeños porque todos los sueños son grandes.
Después de los relatos de fantasmas, los del sueño son los más prolíficos. El autor de este libro ha escrito los mejores cuentos de fantasmas en una compilación exitosa, y ahora nos lega los mejores relatos del sueño, la ensoñación, del insomne y del sonámbulo, y no podían faltar las pesadillas, que además son todos ellos las verdaderas musas de los grandes creadores.
Tiene en sus manos el libro de los sueños hechos una realidad narrativa. Los leemos con la creciente intención e intensidad que imprime el autor, y no pasan la mayoría de media página. Pero para crearlos, me imagino noches en vela enteras y una palabra podría detener el relato hasta encontrarse la adecuada.
Qué son los sueños sino la sustancia que hace a la realidad vivible: palabras de Gerardo Brauer. Nos las pasamos soñando la mitad de nuestra vida, pero lo que hace que esta vida sea igualmente intensa es soñar despierto. Los relatos pronto a leer por usted son una evocación a las grandes significaciones de la vida como también a sus contradicciones más representativas. El autor nos da en forma sugerente las respuestas que solamente nuestra subjetividad interpretará tras su lectura. En esto reside lo extraordinario de la hechura de cada relato y he aprendido que misma sustancia del sueño es la esencia del poeta; esa esencia o sustancia está en nosotros y son el deleite de la creación, siendo espectadores o lectores de lo sublime creado. Al soñar liberamos la imaginación para después despertar y crear.
La mejor forma de imaginar es a partir de los sueños, pues serán mayores que las limitaciones del día con día. Sería entonces vivir la vida antes soñada por tan deseada su aventura para vivirse, pues durante esa vivencia surgen más e inimaginables sueños. Todo esto es producto de la impresión que el autor ha dejado en mí a leer los mejores cuentos del sueño, la ensoñación, el duermevela, el noctívago, el noctámbulo, personajes que son todos nosotros mismos. La más bella e intensa prosa poética pronto bordeará sus anhelos y sueños con su vibrante sonoridad y construcción de ingentes imágenes, hasta concluir con poderosos mensajes de vida y trascendencia.
Nunca me olvidaré al despertar que tengo la oportunidad para vivir mis sueños, o pudiera ser ésta la razón única por la cual despertamos. También he comprobado tras la lectura de los relatos del presente libro, que aunque algunos sueños parecen imposibles, incluso hasta los improbables, son posibles. No quiere decir con ello que nos la pasemos soñando, despegados de la realidad, sino de pisar firme, porque las grandes proezas surgen de los grandes soñadores. Sólo es cuestión de hacer de nuestra vida un sueño, y del sueño haremos una realidad, recuerdo estas palabras de Antoine de Saint-Exupéry, o ya le puse de mi cosecha. No importa, también se ha dicho de una u otra manera que nunca es tarde para emprender una nueva vida, hacerla una nueva historia a partir de un sueño. Y cuando hablo de esa realidad que parte del detonante del sueño, es ya no regresar para continuar con nuestros sueños por extraordinarios que sean, pues ya no son soñables de nuevo y surgirán otros y sería cuento de nunca acabar. Lo mejor es levantarse para alcanzarlos.
Habrán escuchado que somos los libros que hemos leído, entonces somos los sueños que hemos soñado y es entonces que la realidad resultante de los grandes sueños nuestros se torna más extraordinaria que el más sublime sueño.
Prepárense a leer relatos que continuarán en sus sueños para despertar y vivirlos en la resignificación que harán de su vida.

Susana Bolio y Aldo Grimaldi