Un hombre joven es sorprendido por un golpe de miseria en una estación de transporte público, un psicólogo con profundos temores propios entrevista a una asesina adolescente, la senilidad le hace una mala jugada a un anciano cansado de la desgracia, un hombre hace sus últimas reflexiones antes de entregarse en los bazos de la muerte después de haber luchado por varios años contra una terrible enfermedad. Un demente reta las leyes del tiempo mientras recuerda su vida. Todos los personajes tienen en común la desgracia, aunque cada uno con matices ónticas propias. La identidad es lo que nos distingue del resto de individuos que conforman la sociedad global. Lamentablemente, en numerosas ocasiones debemos traicionar nuestra esencia por encajar en estereotipos aceptados según las culturas interpuestas. Sin embargo, cuando logramos una profunda reflexión sobre lo breve de la existencia, caemos en cuenta de las banalidades en la que nos enfrascamos. Así logramos ser conscientes de nuestra propia ignominia y si nos lo proponemos podremos avanzar en el camino de la búsqueda de la felicidad. Pero el vasto océano de la reflexión ha sido capaz de absorber plenamente a muchos infortunados y hundirlos en las redes de la oscura demencia. A fin de cuenta, por lo menos una vez en la vida la locura nos toca hasta hacernos borrar la línea ente lo real y lo ficticio, mientras las desgracias nos persiguen.El arte de vivir se hace aún más complicado al sumar el elemento de la finitud. Nuestras vidas pasan como un corcel desbocado, indetenible, mientras no nos queda de otra sino aferrarnos a lo que aceptamos como convicciones, sin embargo la sabiduría es esquiva. Algunos piensan que solo la cercanía a la muerte otorgan las más claras convicciones... sólo cuando es demasiado tarde. Así, nos percatamos que la justicia no siempre es justa, y la maldad depende de la perspectiva desde donde se observe. Queda de nuestra parte asumir el reto de transformar la vida a una más vivible, des-limitándonos de lo que hasta ahora ha coartado las acciones de la existencia. Pero esto únicamente lo lograremos si antes damos un paseo por la oscuridad de la finitud, la locura y la identidad.Esta obra pretende ahondar en un punto de inflexión del ser humano para motivar la reflexión profunda del ser. Los relatos que la conforman han sido pensados por el autor para incentivar la legítima e inacabable preocupación por lo que estamos haciendo con nuestras vidas. Aunque increíbles y a veces aterradoras, en realidad las historias y reflexiones que aquí se presentan son más comunes de lo que estamos dispuestos a aceptar. Quizás alguno de sus vecinos, familiares o usted mismo ha sido víctimas de algunos de estos caprichos de la vida.