FABRICARTE CON MIS BESOS es una obra que canta al amor, en la que el autor crea un mundo de la ilusión más soñada pero sacada de las mismas carnes y huesos del ser humano. Al empezar su canto, en el bordado de sus versos, el autor nos presenta en el primer poema "Con gusto" (génesis de la serie del libro), a un hombre atento de la mujer del siglo XXI no alejada de sus manos y sueños; estimula a ese hombre a amar su compañera verdaderamente y deja el mensaje en la mujer, de ser mujer más allá del vivir: la presenta como un libro que él ha fabricado siendo su otra parte imprescindible tras haber sido traído a la vida por el mismo libro. En el primer cuarto de su trabajo literario, página 46, aparece el poema "Alma (I)", que pone como centro de la magia en la recopilación poética, hasta llevarnos a "Alma (II)", página 133, y casi final de la obra. Estos tres títulos si cabe son los únicos del complemento lírico que figuran con más de un sustantivo literario. Todos los demás -o casi todos- se forman, de manera selecta, por una sola palabra que en nuestras relaciones humanas utilizamos con sorprendente regularidad y nos estremecen en la soledad cuando han llegado los conflictos de la mente humana. El que en la obra el autor haya escogido solo un término para nominar cada trabajo cumple con tres objetivos: Primero: enviar un mensaje directo y perdurable a aquéllos que se sumerjan en la obra. Segundo: dejar palabras clave para que sea recordado el mensaje aderezado con ciertos aspectos que trabajan la temática que va en contra del maltrato de género. Tercero: Dejar marcado el libro en el lector. En ellos tres, los tres títulos mencionados, se encuentran los tres aparatos fundamentales; los tres sistemas líricos; los tres órganos por los que vive y nos hace suspirar y respirar este organismo poético que da forma a la obra literaria. Y, así, presto siempre a un trabajo que nos involucra a todos, casi termina el autor diciendo: "Tu existir y merecer todo el amores, por supuesto, música que a la naturaleza da una fiestay que no cansa, sino que agrada.Tu semilla es una fe firme entre multitudes de manos teniendo de parte tuya los suelos y los cielos.Es un nuevo despertar por el que dar tanto puedocon mi mayor ala franca;sin urgencias postergar, y, digo, desenterrar, de los luceros sus anclas".