Al narrar episodios reales de mi vida y del extraño y amigo, deseo rescatar momentos diferentes e increíbles, quiero realizar mi sueño de ser escritora al igual que Mario Vargas LLosa escritor peruano, premio Nobel de Literatura. Que el mundo tenga una visión diferente con respecto al tipo de mascotas que uno pueda tener en casa, sin esperar que sea de un tipo de raza, pedigrí o que sea fino. Con esta narración deseo sensibilizar corazones y tener otra visión de los animales.
Llegó a mi hogar un extraño y amigo que se quedó entre nosotros trece largos años, compartiendo con la familia y con los juegos de mis hijos, con los acontecimientos de cada día y empoderándose del lugar. .
En 1980 tuvimos la oportunidad de ir de paseo al campo cerca del río con el colegio de mi hija. El viaje fue espectacular por ser la primera vez que los niños subían a un tren de esas dimensiones. Llegar al lugar significó un gran trabajo para las profesoras y padres de ir conformando grupos de familias de acuerdo a las diferentes secciones.
Después de realizar los diversos juegos, pudimos compartir el almuerzo con la diversidad de potajes que las mamás llevaron, dando la impresión de haber sido guiadas por Gastón Acurio, principal promotor de la gastronomía peruana, por lo delicioso y variados de cada platos.
Para el retorno, los niños buscaron todo tipo de vasijas para llevar los pececitos, batracios y sapitos que encontraban en la orilla del rio, es así que los padres ayudamos para tenerlos contentos.
El regreso resultó accidentado porque en una frenada del tren todo el contenido fue a parar al piso dejando a los pececitos y al resto, saltando descontroladamente. Los padres ayudamos a recoger lo que se pudo.
Llegar a casa significó un gran reto, colocar el poco contenido en el jardín con una vasija de agua y esperar los resultados del fin del encuentro con los animalitos nuevos y el extraño y amigo.
Es aquí donde se inicia la historia; con el paso de los meses pudimos ver a un animalito muy pequeñito saltar en el jardín, ingresar a nuestras habitaciones, subirse a los muebles, acompañarnos en los momentos de reunión de la familia, dejar que el gato jugara con él sin hacerlo daño y una serie de episodios y situaciones inesperadas que aprendimos a quererlo, cuidarlo y aceptarlo hasta su final, el cual marcó una gran pena en todos nosotros.
Complementando la historia del extraño y amigo, deseo que esta narración se complemente con pasajes de mi historia personal, primero dando gracias a Dios que me permitió nacer y vivir dentro de una familia numerosa de diecisiete hermanos producto del matrimonio de mis padres, en la que ninguno se sintió extraño y amigo, todos formamos parte de la historia llena de momentos tristes, alegres, significativos, valorativos, emotivos y con una serie de enseñanzas que quedaron grabadas en cada uno de nosotros.
Dentro de la pobreza en la que nos desarrollamos, mis padres se dedicaron con su ejemplo en prepararnos para la vida, en estudiar, en trabajar, en el respeto y en la competencia con uno mismo. Gracias a ellos todos llegamos a ser profesionales, fuimos muy felices con lo que recibíamos, aprendimos que la felicidad no se encuentra en lo económico y que la familia es el lugar más preciado donde nadie se siente extraño y amigo, con una comunicación cercana y afectuosa, aprendiendo a perdonar, respetar, a pensar en el otro y ser generoso.
Mi padre fue músico, trató de inculcar la música a todos mis hermanos sin considerar a ninguno como extraño y amigo, formando un gran elenco con diferentes instrumentos. Los domingos por las tardes se convertía la casa en un teatro de conciertos, tocando diferentes piezas, dos de mis hermanos cantaban y acompañaban al mismo compás; me hubiera gustado tener la voz de Juan Diego Flores, tenor peruano para acompañar a mis hermanos y terminar este concierto al fin del encuentro, llevando por el m