Aún recuerdo esa tarde que iba manejando desde Atlanta, camino a Houston, Texas. En ese momento, mi negocio era detransportación y había recogido una carga unas pocas horasantes. Tenía que transportarla desde Atlanta y entregarla el díasiguiente.En esta ocasión, mi esposa Alexandra viajaba conmigo ya quehabía sido nuestra meta por varios meses empezar un negocionuevo, y por esa razón me acompañó porque podíamosaprovechar el tiempo para hacer planes, escribir nuevasmetas y platicar, por largas horas, mientras las mías pasabanacercándonos a nuestro destino.Una de las razones por las que a mí me gustaba el negocio detransportación era que en los últimos 9 años de estar haciendoeste negocio mi trabajo principal consistía en manejar por 10a 12 horas al día, y esto me permitía, mientras yo manejabatomarme el tiempo para poder escuchar libros de negocios, escuchar pódcast de negocios y superación personal. Además, en algunas oportunidades, cuando mi esposa me acompañabapodía platicar largo y tendido de nuestras metas, y qué cambiospodríamos hacer en nuestra vida para mejorarla. Y este día noera la excepción.Luego de varias horas de manejo, como era normal, empecé arecibir algunas llamadas de mis amigos, que sabían que podíaplaticar por mucho tiempo cuando estaba manejando.Famoso, se escuchó en el teléfono. Era mi amigo Israel, a quién había conocido en el 2010, en una conferencia denegocios en Tampa, Florida. Junto a él habíamos hecho variosnegocios por internet, en los cuales aprendimos mucho, pero nonos permitieron salir adelante con los ingresos que obtuvimos.Israel pasó a explicarme que había encontrado un negocionuevo para vender productos físicos en Amazon.Mi primera reacción fue decirle que ABSOLUTAMENTE NO, ya que yo había tenido por muchos años un negocio físicovendiendo localmente en California, y sabía que el negocio deventa directa al consumidor final era un negocio que me podríaesclavizar, y no era lo que estaba buscando.El procedió a explicarme que este negocio era digital, aunque sevendían productos físicos, y me mandó un vídeo en YouTube.Era una conferencia que duraba cuatro horas. Mi esposa y yonos vimos a la cara y nos dijimos: Bueno, tenemos el tiempo, vamos a escuchar esta conferencia a ver qué otra aventura nostrae la búsqueda de negocios por internet. ¡Está bien!Por las próximas horas procedimos a escuchar esteentrenamiento, el cual parecía muy bueno y realmentenos abrió los ojos ya que por muchos años habíamos sido clientes de Amazon y comprábamos allí nuestros productosconstantemente. Incluso éramos miembros de Prime pormuchos años, pero nunca habíamos escuchado que podíamosvender en Amazon.Claro, había escuchado que podía vender en eBay incluso teníami cuenta de eBay pero nunca había vendido nadaLuego estuvimos buscando más información sobre estetema en YouTube, Google y Facebook. Encontramos muchainformación, que parecía prometedora, y después de algunosdías llamé ilusionado a mi amigo Israel, dejándole saber queme parecía que era una buena oportunidad y que íbamos aprobarla ya que tanto Alexandra como yo estábamos de acuerdoque podía ser una buena oportunidad, para finalmente poderdejar este negocio de la transportación que por 9 años noshabía dado muchas satisfacciones, ya que las ganancias no eranmalas. Sin embargo, el sacrificio de estar todo el tiempo fuerade casa y el desgaste físico me habían llevado a la conclusión dequé teníamos que hacer un nuevo negocio.Y así, unos días después, creamos nuestra cuenta de Amazon yempezamos esta gran aventura y el camino para crear un negociode seis cifras como vendedores profesionales en Amazon.