Patricia era un caramelito joven.
Juan un empresario en sus 30.
Patricia era nueva en la escena local.
Juan, un amo experimentado.
Ella quería un mentor, un guía.
Un protector, un referente.
Ella, una aprendiz. Una sumisa.
Alguien que le amase y adorase.
Patricia estaba deseosa por jugar.
Juan debía tener bastante cuidado.
Si se destapaban sus vicios...
... podía acabar en problemas.
Su empresa, podría acabar arruinada.
Aquella noche, sin embargo...
... no pudo contenerse.
La "Noche de Juegos".
Un espectáculo en vivo.
Y ella como juguete principal.
Juan solía esconderse en su reservado...
... pero aquella noche el amo encargado.
Quizá, aquello sería más que un juego.
Quizá, Patricia entrase en su mundo.
En su ático. Su empresa...
... y quizá todo acabara en jaque.
Arriesgarlo todo por amor...
... o darlo todo por dicho amor.
Ese acabo siendo el problema.
No la entrega de Patricia.
Con ella, por supuesto, ya contaba.