Excerpt from Espa�a Moderna, Vol. 21: Julio 1909

Tenorio, pele� eontra. Doscientas setenta del rey de Marrueco�, con tan poca. Fortuna para. Los cristianos, que todas fueron to madas y destruidas, menos cinco que lograron ponerse �. Salvo. Pero no por esto desmay� el esforzado coraz�n de Alfonso XI; antes al contrario, en el mismo a�o se le ve en Sevilla. Dando calor el armamento de quince galeras y doce naves, que envi� al socorro de Tarifa, y despu�s, con nueva. �ota, venga el de sastre pasado, poniendo cerco Algeciras, hasta. Rendir la plaza, en presencia de una. Numerosa armada. Enemiga Don Pedro I lleg� �. Penetrar con toda su �ota. En el puerto de Bare celona, y no se atrevieron los catalanes, tan soberbios con su prosperidad y su riqueza, aceptar la. Batalla y pelear el des cubierto con el rey de_ Castilla Don J uan I subi� con vein te galeras por el T�mesis hasta. Cerca de la. Ciudad de Londres. (a do galeas de enemigos nunca entraron. A mediados del siglo XIII se despert� en el pecho de los castellanos el amor la navegaci�n, y se arraig� y difundi� d�rante todo el XIV. En punto 5. Medidas de protecci�n y fomento �. La. Marin'a. Mercante � industrias navales, nos anticipa.mos �. Todos los Estados mar�timos en este orden de previsiones. Nuestra lo gislaci�n mar�tima de la Edad Media constitu�a. Un modelo de acabada. Perfecci�n imitado por los dem�s pueblos. Y aun hoy mismo - como dice el Sr. S�nchez de Toce, - los Estados m�s adelantados en las artes de gobierno no han acertado en definitiva discurrir en la. Materia otros procedimientos de legislaci�n que los de la Pragm�tica. De los Reyes Cat�licos y de Don Carlos y Do�a. Juana en Valladolid
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