La obra se basa en la civilización Maya, su cosmogonía, sus valores culturales, su estructura social, sus extraordinarios conocimientos en todas las esferas del saber, con énfasis en el lenguaje, sus calendarios y sus mitos ancestrales. De sus mitos se tomó lo imaginario-sobrenatural que determinó el hilo narrativo central (el animal gemelo de cada ser humano que posee características sobrenaturales, la invocación de los dioses y antepasados para que intercedan ante sus necesidades inaplazables, la comunicación mediante técnicas específicas, con el espíritu que rige a una cueva, a una fuente de agua, a una montaña, al viento, ..., para recibir sus poderes que les permita realizar proezas). Cuatro príncipes son escogidos por los Dioses para partir de sus reinos y reunirse en la Montaña Preciosa (Kan Witz), en medio de la selva tropical en la que se erigió la Civilización Maya. Deberán enfrentarse a seres ominosos, de poderes extraordinarios, que están avasallando cada uno de los reinos, sin que, hasta ahora, nada haya podido detenerlos. No se conocen entre sí, pero se reunirán y marcharán a enfrentar al enemigo que pretende destruirlos, sin que aún lo conozcan, ni sepan de su origen, ni mucho menos de su poder.Deben recorrer enormes distancias, portando solamente un morral (Ikatz) con plantas sagradas, sus armas de guerreros y las que les proporcionaron los poderosos Chamanes, sus Maestros, que los han preparado para esta misión ineludible y los guiaran a lo largo del recorrido, sin que puedan intervenir directamente en su ayuda, ya que ellos deberán actuar por sí mismos, de acuerdo a las enseñanzas recibidas.Este Maestro chamán no sólo le transmite los conocimientos que un príncipe heredero debe recibir para ser digno de gobernar su reino, sino que le entrega conocimientos más profundos, reservados exclusivamente a los sacerdotes chamanes de más alta dignidad. Aprenderán a transformarse en su doble animal, a usar su doble del sueño, a viajar a velocidades inauditas mediante el espíritu del agua, entre otros magníficos saberes, necesarios para cumplir con la misión encomendada.""...tendría que aprender a comunicarse con los Dioses tan rápido como un rayo...; ...El aprendizaje más importante que debía recibir un rey, de los sacerdotes, era el de abrir el portal del Inframundo, para poderse comunicar con los Dioses y con sus antepasados, y así augurarle a sus gobernados que serían perennemente salvaguardados, socorridos y guiados por ellos en las penurias, las sequías, las guerras, las enfermedades. Si se rompía la comunicación, ya fuera porque los gobernantes perdieran los dones, o porque no pudieran proveerlos de la sustancia sagrada de su nutrición mediante el sacrificio, el pueblo sería abandonado a su suerte. Un príncipe que no aprendiera a establecer esa comunicación, no podría ser rey. Por eso, desde las primeras clases, los sacerdotes Maestros les enseñaban a los príncipes a invocar a los Dioses y a sus antepasados por medio de la danza ritual..."