¿Existe un vínculo entre los Diez Mandamientos y Egipto anciano?
¿Abraham y Moisés existieron?
¿Cómo Desroches Noblecourt pudo escribir que Egipto y no judaísmo es al origen del cristianismo?
¿A qué estela de Palestina alude el verso 24: 27 del Libro de Josué?
¿Por qué Dios le prometió a Abraham todo Egipto en Génesis 15 y solo Canaán en Génesis 17?
¿Por qué ordenó un sacrificio animal en Génesis 15 y la circuncisión en Génesis 17?
¿Por qué añadió una sílaba al nombre de Abram?
¿Por qué la circuncisión a la edad de ocho días?
¿Por qué, en Génesis 15, Abram no cortó las aves como los otros animales?
¿Por qué el Segundo Mandamiento difiere entre Éxodo 20: 5 y Deuteronomio 5: 9, este último diferente entre la versión masorética y aquellas de la Septuaginta, del papiro Nash y de los rollos del Mar Muerto?
¿Por qué el capítulo 34 del Libro del Éxodo reescribe y comenta ampliamente el Segundo Mandamiento?
¿Por qué Moisés no quería circuncidar a su hijo?

Egiptología y exégesis responden a estos enigmas. Nacido de una sucesión de descubrimientos que cambian la forma de leer la Biblia, este libro se apoye sobre las obras de Agut y Moreno-Garcia, Albright, Attias y Benbassa, Davidovits, Desroches Noblecourt, Freud, Robichon, Römer, M. y R. Sabbah, Varille y Wald (Premio Nobel de Medicina) para hacer la historia de una utopía: la efímera civilización hebraica fundada por Abraham y Moisés y traicionada por el judaísmo. Aclarando la Torá con la historia de los cinco últimos faraones de la dinastía XVIII y los cuatro primeros de los Ramesides, y recíprocamente, proporciona argumentos decisivos a la hipótesis de la egiptianidad de los hebreos (Les secrets de l'Exode, M. y R. Sabbah, 2000), convirtiéndola en una certeza. Confirma, por un lado, que las peregrinaciones de Abraham son un mito inventado por los judíos en Babilonia para ocultar su origen egipcio (cf. Römer y los Sabbah), y por otro lado, que solo existieron Akenatón y Ramsés I y que Abraham y Moisés son nombres inventados. Los Sabbah parten del hecho de que los Hebreos, discípulos de la herejía monoteísta de Akenatón odiada por el orden faraónico, no dejaron ningún rastro en Egipto porque eran egipcios como los demás. Se basan en múltiples elementos: seis pruebas arqueológicas, datos bíblicos y comparaciones interculturales, estas últimas reforzadas por lLa herencia de Egipto (Desroches Noblecourt, 2006). Al adoptar el mismo enfoque historiográfico de comparaciones interculturales y recordando, como ellos, que los egipcios inventaron el alfabeto, la célebre egiptóloga puso fin a las críticas seudocientíficas.

Hemos reunido seis otras pruebas arqueológicas y múltiples pruebas bíblicas. Römer (Collège de France) saludó nuestro primer descubrimiento: como lo sugieren Génesis 15 y el Libro del Deuteronomio, el Segundo Mandamiento y la revolución religiosa de Akenatón no solo incluyen el monoteísmo y la prohibición de ídolos e imágenes, también abolen las mutilaciones sexuales. Esto hace de la Alianza en el Sinaí una revolución en relación con el puritanismo moralizador impuesto a Abraham y los bebés hebreos. El porqué de las circuncisiones del hijo de Moisés y de Abraham siguieron este hallazgo. Luego vino la interpretación de la Alianza de Génesis 15. Después, fue la revelación del carácter apócrifo de Éxodo 34, inventado desde cero para contradecir que Éxodo 20: 5 prohíbe las mutilaciones sexuales. Por un lado, la Septuaginta, el papiro Nash y los rollos del mar Muerto, por otro lado, la revelación por Desroches Noblecourt de que los diez mandamientos datan del tiempo de las pirámides pusieron el toque final.

Al revés del judaísmo guerrero, xenófobo y mutilador como la civilización egipcia, la religión hebraica fue pacífica, universalista, cosmopolita, hedonista y respetuosa de la inte