Con El miedo a ser amado, allá por el año 2001, empecé a ser consciente de algo sumamente importante para mi carrera literaria. Fue la primera vez que me consideré poeta, que tuve certeza de que lo que empezaba a salir de mi mente, en forma de versos, era auténtica poesía. Más allá de rimas, de estructuras convencionales ni de géneros demasiado mascados. Eran sentimientos a flor de piel que me estallaban, de una manera acelerada y sin pausa, cada noche al situarme frente a mi cuaderno y empezar a vomitar todo lo que mi alma me pedía que sacara. Durante los primeros meses de creación de esta antología llegué, con pasmosa facilidad, a casi el centenar de poemas, que por sí solos fueron cogiendo forma y dividiéndose en el esquema definitivo creado, como veis, por el Amor, el Desamor, el Apocalipsis y la Muerte. Son etapas por las que todos, antes o después, queramos o no, acabamos pasando, de una manera u otra, con mayor o menor dignidad y fortuna, pero todos sabemos de qué se nos habla. Son instintos, pasiones, vísceras, arrebatos... que forman una excelente ópera prima. Cuando empecé en el mundo de la poesía, inconscientemente, sin saber cómo denominar a lo que estaba creando, nunca hubiera imaginado un debut tan digno y del que estoy tan orgulloso. A continuación os dejo con estos casi 90 poemas que ya por sí solos fueron en su día una gran antología, que se llevó muchos aplausos y algún que otro premio menor, pero ante todo fue el gran pilar sobre el que se sostenía Entre motas y guijarros, recopilación que salió al mercado en 2011 y englobaba todo mi material poético concebido entre los años 2001 y 2007 y que obtuvo el mayor premio que hasta ahora he alcanzado, ser la publicación del año para la Asociación Independiente de las Letras y la Literatura de México DF, lo que hizo que mis letras llegaran a todo el continente americano. Un sueño que ni en mis mejores noches de lujuria hubiese imaginado. Comparto con todos vosotros este sueño, esperando que lo disfrutéis tanto como yo. Juanjo Skämez
About the Author: Juan José Escámez Hernández (Barcelona, 1982), licenciado en Filología Hispánica y en Antropología Social y Cultural. Dedicado a la docencia. Apasionado por la poesía, publica bajo el nombre de Juanjo Skämez creando un estilo duro, oscuro, desenfadado, urbano y libre. Comienza a escribir a finales de los noventa, teniendo terminada su primera obra en 2003, un extenso y premiado poemario titulado El miedo a ser amado (finalista en los Juegos Florales de Santa Coloma de Gramenet en 2004 y Premio al mejor poemario según la Asociación Literaria de Cerdanyola, Mataró, en 2010). En 2011 publica sus nueve primeras obras, realizadas desde 2001 hasta 2007, bajo el título de Entre motas y guijarros, que obtiene el premio a la publicación del año en México DF en el IX Certamen Literario celebrado por la Asociación de las letras hispanas de dicha ciudad, en la categoría B2 (no americano, menor de 30 años). En 2012 aparece Recuerdos que me llevé a la tumba, que vendría a dar un aire renovado y a explicar esos años en que estuvo inactivo. Está escrito a caballo entre Barcelona, México DF, Nueva York, Tegucigalpa y Cali, en un periodo de inspiración y reflexión especialmente apreciado por el poeta y aplaudido por el lector y la crítica especializada. En abril de 2013 lanza Trece, con el que pone un punto y aparte en su etapa poética, para dedicarse a la prosa. En éste encontramos los versos más duros, sociales y viscerales de Skämez, a la vez que los más románticos y melancólicos. Un compendio de sentimientos encontrados que pone broche final a su primera etapa como poeta. Ya en este 2014, en el mes de marzo, publica, junto a Mar Lamas, Instantes, el que será su debut en prosa. Se trata de dos novelas cortas que hablan, desde dos puntos de vista muy diferentes, sobre un mismo tema, uno tan delicado y difícil de encarar como es el suicido. Juanjo Skämez, sin abandonar su sello estilístico creado con sus poemas, se sumerge en un mundo onírico y casi surrealista y lanza varias preguntas al lector durante la angustiosa búsqueda de su personaje, Vinnie, por un purgatorio totalmente cotidiano y urbano. El dilema principal viene de la posibilidad de arrepentirse del suicidio una vez ya muerto. Skämez tiene varios proyectos que van cogiendo forma, unos de la mano nuevamente de Mar Lamas, con quien ha querido formar un dúo literario que se antoja sólido y productivo, y otros en solitario.