Sinopsis: Cuando estamos buscando algo, solemos verlo en cada cosa en la que trabajamos, o en cada lugar a donde vamos ¿Por qué seguimos buscando? Porque simplemente sabemos que no tenemos ese algo. Usualmente creemos haberlo conseguido, pero la felicidad es pasajera; no dura demasiado. Luego conjeturamos con un alto grado de certeza que se trata de dinero, porque eso es lo que todo el mundo dice, y creemos saberlo todo y sentimos que lo sabemos con toda certeza, un exceso de confianza nos invade. Pero una vez tenemos una buena cantidad de aquello por lo que tanto trabajamos seguimos en la búsqueda por más cosas que cuestan más dinero y así la vida se trasforma en la ambición por obtener el dinero en sí mismo, por el poder social y seguridad que creemos otorga. La vida se convierte sin darnos cuenta en un ciclo infinito de adquirir deudas y pagarlas. Al final nos sentimos vacíos e incompletos, sin certezas y llenos de inquietudes, desasosiegos, malestares y sobre todo nos mantenemos en la más completa ignorancia que causa la impotencia del deceso inevitable, y de la estafa del dinero como búsqueda obligatoria de los fines últimos de la vida; y pese a que tengamos televisión digital, auto de lujo, una casa con piscina y un buen trabajo; quizás tal vez una bella esposa y unos hijos fuertes y saludables; aún así nos sentimos incompletos, incluso vacíos por momentos. Comprendemos al fin que el tiempo se nos fue sin saber demasiado de la vida, y por eso usted debe leer este libro. Porque la religión ya no es suficiente en estos tiempos modernos y las ciencias naturales no abordan las preguntas que nos interesan; porque el hombre es finito y moriremos sin saber qué se esconde detrás del misterio. El conocimiento debe ser el fin último del hombre, no porque creamos que a partir de eso se pueda obtener el control sobre todo, sino porque necesitamos saber quién se esconde tras la cortina del mago de Oz, (Fleming Victor / Director. 1939, U.S.A. Metro-Goldwyn-Mayer.) O si no hay tal mago en realidad, o si se trata de un sin sentido el buscar lo que jamás encontraremos en esta dimensión alterna o real en la que necesitamos redención o justicia, mediante tan vagos y rústicos métodos. ¿Es una ilusión vana y poco realista; acaso el ver lo que buscamos? ¿O creer ver aquello que pretendemos? Necesitamos responder una sola pregunta para que nuestra existencia esté completa. ¿Cuál pregunta es esa? Ese interrogante es la clave, porque de él depende la respuesta (o al menos de él se desprenden) todas las demás incógnitas del hombre y la humanidad y no podemos esperar. Así que la respuesta es urgente y la merecemos.