About the Book
Las expectativas de vida para el género humano han venido incrementándose de forma progresiva, y en paralelo con la modernidad alcanzada, por las poblaciones de cada región en particular, y en cada nación en general; lo cierto es que en muchos países, las personas de la tercera edad se han constituido en el sector de la población, que más tiende a incrementarse. Pero el mundo de los ancianos, es un ámbito pletórico de contrastes, donde la única realidad es el cataclismo que en el cual se desenvuelve; la calidad de vida a la cual aspiran los ancianos, refleja directamente el nivel de desarrollo al que ha llegado una nación; pero en todas las coordenadas del mundo, siempre habrá un porcentaje de ancianos, los más afortunados, quienes cuentan con la bendición de poseer una pensión vitalicia; pero el otro porcentaje de ellos, el menos favorecido, pero el que suele ser el más numeroso, carece de todo apoyo económico, y asistencial; lo cual les obliga a buscar el sustento de cada día, por el resto de su vida.De igual modo, son muchos los ancianos que tienen el privilegio de vivir junto a sus seres queridos, en un ambiente de armonía, donde el amor filial prevalece; pero en los hombres y las mujeres de la tercera edad, quienes viven solos, o con su otoñal pareja, el tiempo opera en su contra, tal y como una afilada espada de Damocles suspendida sobre sus cabezas; y mientras el reloj continúa con su marcha imparable, el declive fisiológico se incrementa progresivamente, generando una serie de calamidades, que se torna interminable.Amparo y Julián iniciaron su vida matrimonial desde su juventud, en un ambiente pródigo, colmado de paisajes naturales, y benevolente en oportunidades, donde todo resultaba sencillo porque el mundo en su conjunto, era un lugar propicio. Con cuanta celeridad avanza el tiempo cuando se vive en plenitud, en un entorno donde todas las cosas resultan venturosas y propicias; pero el paso del tiempo siempre deja alguna huella, y para Julián consistió en el desmoronamiento de su salud, con la tercera edad también vinieron las calamidades fisiológicas, y en esa debacle de padecimientos, el hombre ahora convertido en un anciano, quedó limitado para siempre a una silla de ruedas.Sin embargo para Amparo la situación fue diferente, su organismo parecía ajeno a los infortunios de la edad, y no tuvo impedimentos para proseguir con su trabajo, al ritmo de siempre; no obstante una pareja de ancianos solitarios, tiende a ser vulnerable, y más aún si sus padecimientos continúan acrecentándose, ¿Cómo debe de reaccionar un anciano, ante la noticia de que tiene cáncer?, cuando un tumor maligno surgió de pronto en el organismo de Julián, el hombre declinó de pronto todo procedimiento que pudiera ofrecerle la medicina, y aún aquellos que limitarían sus graves dolores; entonces solo se dispuso a esperar con paciencia por su último aliento; pero mientras tanto, Julián encontró la forma de recorrer algunos de sus caminos, reviviendo algunos de sus momentos felices, los cuales habían quedado en el pasado.Amparo era una mujer de una sola pieza, leal a su palabra y a sus compromisos de trabajo, sin embargo de un día a otro, los trastornos de salud comenzaron a aquejarle; pero la dama decidió ocultarlos, en beneficio de su debilitado marido, con la intención de no ocasionarle mayores angustias, en ese océano de tribulaciones en las cuales su eterno compañero de vida se encontraba, arrastrado por el cataclismo de sus propios padecimientos.¿Cuál es el sentido de la vida, al vivir más tiempo?, hoy en día se aspira a una existencia prolongada, pero en la mayoría de los casos, el costo que deberá de pagarse es alto: una vida condenada a la soledad y al ostracismo; las facultades fisiológicas que declinan de manera progresiva, hasta comprometer toda calidad de vida.¿Y que hay de las personas que han permanecido juntas? aquellas unidas por su amor ¿será posible que sus almas viajen