A mediados del siglo XVI, El Crotalón aparece en medio de la polémica desatada por la Reforma. Este contexto añade una capa de complejidad a la obra, que busca cuestionar y reformar las normas y costumbres de la sociedad.
Cristóbal de Villalón tomó como punto de partida "El gallo" de Luciano de Samósata, un texto que ya de por sí es crítico con la sociedad. Sin embargo, Villalón va más allá al utilizar este marco para ofrecer una diatriba contra el estado de la sociedad europea y española de su tiempo. El último capítulo, en particular, se torna en una crítica aguda y satírica que no deja títere con cabeza.
Lo que distingue a El Crotalón es su base en el erasmismo, una corriente de pensamiento que abogaba por la reforma religiosa y la moralidad. Este enfoque le permite a Villalón revisar las costumbres morales de la época, colocándolo en la línea de los grandes reformadores del Renacimiento europeo. De este modo, la obra no solo es una crítica social sino también una llamada a la reforma moral y ética.
El autor logra un equilibrio magistral entre el entretenimiento y la educación, utilizando un estilo que él mismo describe como "doctrinal abscondida y solapada debajo de facicias, fábulas, novelas y donaires". Este enfoque multifacético hace que la obra sea accesible a un público amplio, mientras que su profundidad la hace digna de un estudio serio.
El título El Crotalón (o "Crótalon") tiene un doble significado. Por un lado, es un juego de sonajas o terreñuelas, lo que apunta al elemento de entretenimiento de la obra. Por otro lado, siendo una palabra griega, añade una dimensión intelectual y cultural al texto, enriqueciendo su interpretación.
El Crotalón de Cristóbal de Villalón es una obra compleja y rica que desafía las categorizaciones simples. Su mezcla de crítica social, reforma moral y entretenimiento la convierte en una obra significativa en la literatura española del Siglo de Oro. Su habilidad para entrelazar estos diferentes elementos demuestra no solo la habilidad de Villalón como escritor, sino también la relevancia perdurable de su obra en los debates sobre moralidad, religión y sociedad.