Una noche no podía dormir. Tenía sudores fríos y no paraba de dar vueltas y más vueltas. Eran sobre las 3:00 AM cuando me levanté y dije: "¡Drexciya!". Fue como si las olas de una marea recorrieran mi cerebro. Me surgían toda clase de ideas. No podía parar, y ya no pararía.
(James Stinson).
En 1992, Shockwave Records publica Deep Sea Dweller, el fantástico y desconcertante debut de un misterioso artista llamado Drexciya. La cara A del disco parece grabada durante los sangrientos disturbios del Detroit de 1967: ira, agresividad y sed de justicia. La B, en cambio, parece un poema de techno submarino. ¿Quién es ese talentoso y audaz productor?
Sus siguientes discos continúan elevando el listón de calidad hasta límites insospechados, fusionando techno y electro y esculpiendo un estilo único, caracterizado por trepidantes ritmos asincopados, vertiginosos arpegios y deslumbrantes melodías.
Además, Drexciya añade a su radical propuesta musical un sorprendente universo de ciencia ficción, cuyos elementos centrales parecen ser el agua, la biotecnia y los seres mutantes.
Testimonios off the record afirman que Drexciya no es un solo artista, sino un dúo. Pero el enigma se complica aún más al propagarse ciertos rumores respecto a su participación en otros sensacionales y también anónimos proyectos. Hasta que un día, por sorpresa y mediante un simple comunicado, se anuncia su retirada...
Drexciya: Veinte mil surcos de techno submarino se sumerge en el abismo para narrar uno de los proyectos más legendarios de toda la historia de la música electrónica. Audaces, enigmáticos, incorruptibles, admirados por sus compañeros de profesión y venerados por los fans, su legado ha trascendido a otras muchas disciplinas artísticas.
He estado en las trincheras desde que esta mierda salió del útero. Pero han pisoteado el nombre del techno original y lo han adormecido. Y por eso estamos aquí es hora de encender la pasión.
(James Stinson).