El propósito de este libro, es mostrar historias de vida de personas, cargadas de emotividad y a la vez aventuras divertidas. Buscando una luz a través del camino.El objetivo, es resaltar lo que influye disciplina sin lágrimas para lograr que los jóvenes a través del amor cambien sus vidas, mediante la escucha, y el aprendizaje continuo de los valores y el interiorizar, sus fallas y la posibilidad de corregirlas, ser un apoyo y dar herramientas buscando fortalecer su auto estima y conseguir un aprendizaje. Esto no se obtiene con castigo sino con amor, disciplina positiva, entendimiento y con ejemplo. Es decir, con coherencia.Mediante estos testimonios de vida, visualizamos el contexto de la familia y la sociedad, inmersos en un núcleo familiar conflictivo, inestable a través del tiempo, al acecho de maltrato, pobreza y exclusión.A través de sus vivencias, los protagonistas descubren sus fortalezas, y encuentran en las debilidades, opciones para crecer, con autoconocimiento, trabajo, disciplina positiva y exigencia. Adquirir hábitos de disciplina inteligente y actuar con responsabilidad.Algunos jóvenes se ven enfrentados a situaciones complejas: Muchos están solos, vacíos de afectos y con desesperanza. Las personas son diamantes en bruto que tenemos que lijar, con disciplina positiva para lograr valiosas joyas. Además, corroborar que es posible una transformación en ellas y una diferente manera de vivir a través de la disciplina positiva, del amor que se pueda dar a las personas.A continuación, se comparten esas historias de vida de jóvenes. quienes, en situación de vulnerabilidad, encontraron rutas de escape que los llevaron a agravar sus condiciones. Pero estas historias de adversidad, pueden tener un final feliz, es decir, la experiencia de la resiliencia, el ejemplo, el amor, el encontrar una mano amiga, un apoyo, unas palabras que expresan confianza. Este libro está dirigido a padres y profesores, quienes deben establecer normas de disciplina positiva, estas serán como cartas de navegación para sus vidas. Los jóvenes que son parte de la sociedad del futuro, serán padres consientes que orientarán a sus hijos y les enseñarán disciplina con amor y sin culpa como un ejemplo de padres que mostrarán con sus actos, que somos humanos y de los errores se aprende.Exigir a la persona con claridad mostrando modelos palpables, sin dejar que haga lo que quiera, encuadrar las situaciones, explicándole el porqué de éstas y poner límites. Hoy, la disciplina sin lágrimas no se impone, es conveniente buscar estrategias para establecer límites en el comportamiento de los hijos, para que los padres encuentren una posición intermedia: educar sin culpa, ayuda a optimizar la armonía en la familia. Es importante que los padres brinden a sus hijos una disciplina con amor, basada en la escucha, y comunicación asertiva en doble vía. Disciplina sin lágrimas nos muestra Inspiradoras historias de valentía y resiliencia basadas en el amor y el respeto, con historias inspiradas de la vida real, la disciplina positiva describe cómo el hijo hace felices a sus padres y fortalece la unión de la familia en todos los aspectos, mostrando valentía para superar las dificultades. Orientados por esta misión espiritual y de la mano de los Religiosos Terciarios Capuchinos, sabemos de muchos testimonios de vidas transformadas y retomando un mejor camino, como lo haría una "oveja descarriada", con la guía del BUEN PASTOR. Cambiando la violencia por pasos con amor y paz, logrando un mundo sin vicios ni drogas y unión familiar.ANA KESTENBERG nos ofrece un libro único con ejemplos prácticos que pueden ser una guía para situaciones similares que se presentan en el día a día. Señala actitudes que lastiman y muestra nuevas maneras amorosas para poner límites y orientar desde un acercamiento respetuoso, como base de toda comunicación, es fundamental, que, al criar a los hijos, se ocupe principalmente de orientar a los pad