About the Book
Es primordial para la humanidad tomar conciencia de que el petróleo es esencial en el día a día de la supervivencia del mundo civilizado, a pesar de otras formas de energía conocidas y en desarrollo, seguirá siendo, sin lugar a dudas, y por muchísimos años, la principal fuente de energía en nuestro planeta, no solo por su importancia en el transporte en cualquiera de sus formas, o como fuente de energía en hogares, oficinas, centros comerciales, sino que se ha convertido en un elemento neurálgico en todos los sectores de la economía, porque sus derivados son vitales para las industrias de la salud, del plástico, cosmética, farmacéutica, siderúrgica, construcción, militar, eléctrica, electrónica, fotográfica, entre otras.
No pararía de mencionar toda la gran y diversa gama de productos, que, para obtenerlos, necesitan componentes provenientes de derivados del petróleo, dentro de las cosas más simples de nuestras vidas, como lo es una cerilla, hasta en las más complejas, los encontramos. Como ejemplos, los conseguimos en laxantes, en exfoliantes, en fungicidas y fertilizantes para la agricultura, en la fabricación de la pólvora y de explosivos, en la producción de detergentes y jabones, en la industria fotográfica, en el polietileno, que ha sido el mayor revolucionario en la industria del plástico, porque no solo se obtienen recipientes, tubos flexibles, sogas, fabricación de películas, cables, aislantes, alambres, sino hasta los equipos más básicos en el sector salud, como las jeringas.
Pero, la industria del petróleo es un sector muy especializado, costoso y riesgoso, no solo para descubrir dónde hay petróleo y extraerlo, sino para procesarlo a través de las refinerías, en donde se requiere alta tecnología, alto grado de especialización, habilidades, destrezas y experiencia de todo el personal que allí labore y asumir altos riesgos financieros, humanos y ambientales, entre otros.
Sin embargo, apenas en dieciocho (9,2%) países, de los ciento noventa y cuatro reconocidos que conforman los cinco continentes, está concentrado el 94,2% de las reservas certificadas de petróleo del planeta, donde solamente en uno de esos dieciocho, está casi el 20% de esas reservas, en otro el 15,8% y en los restantes dieciséis, los porcentajes de sus reservas están entre el 10% y el 0,5%. En contraposición a ello, tenemos que los tres grandes consumidores de petróleo en el mundo, concentran el 47,7% del consumo global, pero solo agrupan el 4% de esas reservas de petróleo certificadas.
A pesar de ser el petróleo un elemento necesario para la vida cotidiana, los procesos para hacerlo útil al hombre y su entorno legal, nunca son tan estrictos, ya que siguen prevaleciendo los intereses económicos y políticos por encima de lo que la humanidad necesita para preservar en forma respetuosa el ambiente y la vida en el planeta, debido a que existe una gran dependencia económica de esta materia prima no renovable, que considerablemente seguirá rigiendo el destino del mundo.