Novela ganadora del Concurso Novela Romántica de PROSA EDITORES El adulterio del rey David con Betsabé es uno de los episodios más apasionantes y enigmáticos del Antiguo Testamento. Apasionante porque desde el comienzo la relación pasa por la sensualidad, dado que la atracción inicial que siente David se origina en el deseo carnal hacia Betsabé, pero luego culmina en un amor muy fuerte, a punto tal que ella pasa a ser la preferida y la más poderosa entre las mujeres del rey. Apasionante también porque el rey no vacila en incumplir las prohibiciones de adulterio y homicidio por amor a Betsabé, que pasa de ser la mujer de un oscuro soldado de David a ser parte de la cabeza del reino. Inaugura así la dinastía real que, según los Evangelios, llega mil años después, al carpintero José, padre de Jesús. Pero también es enigmática porque Dios, que castigó los pecados de David dándole muerte al primogénito de Betsabé, luego perdona a ambos. ¿Por qué Dios perdona el adulterio y el homicidio? "David y Betsabé" es una versión libre del episodio bíblico que se narra en Samuel II. El poderoso rey David observa, desde la terraza del palacio real, a una desconocida que se está bañando en el patio de su casa. Ella es Betsabé, una mujer casada. Su marido Urías sirve como soldado en una campaña militar que el ejército lleva a cabo. El rey se siente atraído por Betsabé, y, abusando de su poder, la toma como mujer. Surge el amor entre ambos, y ella queda embarazada. Para disimular el pecaminoso adulterio y sus consecuencias, David hace volver del frente a Urías, y le ordena que pase una noche con su mujer. Urías no cumple con dicha orden, y, como castigo, David lo envía de nuevo al frente de batalla, e indica que sea abandonado en el combate para que los enemigos lo maten. David no vacila en violar dos de los Diez Mandamientos del Sinaí llevado por la fuerza de su deseo y de su amor, pero la Ley no se puede violar sin sufrir las consecuencias. Dios castiga el adulterio de David y Betsabé y el homicidio de Urías con la muerte prematura del hijo de ese adulterio. El sufrimiento causado por la muerte del niño logra que David tome conciencia de su mal proceder, y que se arrepienta de manera genuina y profunda. Ese arrepentimiento logra el perdón divino, y David y Betsabé son recompensados con un segundo hijo, que será el sabio y admirado Salomón. Toda la novela está enmarcada en el núcleo de la reflexión y la enseñanzas bíblicas, esto es, el profundo y ancestral conflicto humano entre el deseo y la ley. Después de una primera parte introductoria, "David y Betsabé" se convierte en una novela epistolar. Betsabé, en cuatro extensas cartas, cuenta el comienzo, el desarrollo y la culminación de su vínculo con el rey. Hay también un diario que escribe Urías, marido de Betsabé, y una carta final y póstuma de David a su sucesor Salomón. Compre este libro y comience a compartir ya el vértigo de uno de los amores mas intensos de la historia!
About the Author: Los antecedentes literarios de Eduardo Aisicoff se relacionan, hasta hoy, con el género "Cuento". Durante cerca de tres años se publicaron cuentos míos en el mensuario "La Voz", de Buenos Aires. La mayoría de tales cuentos formaron parte de la saga denominada "Memorias de Tía Sara, la casamentera". En esa revista se publicaba un cuento por mes, en el que se trataba alguno de los tantos temas que formaron parte de la antigua y rica tradición de las casamenteras judías. Varios de esos cuentos eran también leídos en alguna de las radios que dedican parte de su programación a esa actividad. Según los conductores de programas de radio, mis cuentos eran especialmente aptos para ser leídos, porque buena parte de ellos estaba conformada por diálogos entre los protagonistas. También se publicaron cuentos de esa serie en una antología de la AMIA. Otros cuentos míos también recibieron distinciones y premios, como "El lado oscuro de la Luna", en un concurso de la revista Vivencias, de OSFA, y "Salón familiar", en otro concurso de la Fundación Eduardo Gudiño Kieffer. En lo referente al género "Novela", una obra mía, "No solo de pan", fue finalista de dos concursos organizados por editoriales españolas, sin que, hasta la fecha, se hubiera decidido su publicación.