Si hay quien ha dominado el escenario del empleo como del desempleo es el autor del cuentario en sus manos. Por casi 40 años ha colocado y contribuido al desarrollo profesional de miles de ejecutivos. Esta vez no redactó una de sus tantas presentaciones de sus candidatos, sino que nos lega un conjunto de cuentos que transforman la realidad en un fantástico escenario, y la ficción en una amalgama de asombrosas historias relacionadas con ese momento donde hemos perdido nuestro proyecto de vida. Tal como Gerardo Brauer nos lo ha compartido, nuestras vidas se funden en un proyecto de vida con un sentido de vida. Cuando se pierde el sustento para mantenernos en la productividad, parece que el mundo se nos derrumba. Sólo el sentido de vida nos da el aliento para recuperarnos y volvernos a posicionar. El gran problema es cuando no tenemos sentido de vida o se prioriza el proyecto de vida, que es el trabajo, y eso siempre trae consecuencias con los demás, familia y salud. El poder sugestivo del autor crea una trasmisión simbólica de lo sobrenatural con la realidad misma, y de la realidad franca y llana puesta a prueba, en el desfogue de lo más vil o la sublimación de las virtudes. Es cuando el individuo asume todas las contradicciones de la humanidad. Las poderosas alusiones que maneja el autor en forma magistral, nos imprimen los sutiles mensajes de lo que representan las grandes pérdidas de la vida. Es la razón por la cual este compendio de cuentos, en su cohesión con el tema del desempleo, nos lleva a las grandes reflexiones con la habilidad escritural del autor en la creación de inauditas tramas para inesperados finales. Desde su inicio quedamos atrapados para no dejar de leer hasta llegar a las sorpresas que nos depara cada historia. Durante el proceso de involucrarnos con los escenarios predispuestos para nuestro deleite, nos damos cuenta de lo inusitado que es el mundo sin habernos percatado antes.¿Por qué le basta un parpadeo cargado de imágenes al autor para imprimirnos un universo que se expandirá por su habilidad literaria de hacernos copartícipes? Porque hace gala de todos los recursos retóricos y poéticos, y el libro se torna muy didáctico para los que pretenden escribir. El resultado es ya no percibir la vida como antes, sino imprimirle poderosas significaciones para afrontar las desavenencias como los retos de la misma manera.El cuento moderno desarrolla dos historias en paralelo: la narrada y la subyacente. La primera es la punta del iceberg y la segunda es el bloque abajo. La magia del autor hace que emerja el bloque en el momento menos esperado en nuestra impresionabilidad, pero deja gran parte de éste sumergido en nuestra mente para surgir en momentos críticos. También seremos testigos de cómo desarrolla el autor el cuento tradicional con un inusitado inicio, un intermedio inaudito y un final inesperado. Son las tres "ies" del ingenio narrativo, tal como Gerardo nos lo ha trasmitido: aplicar en la narración lo inusitado, inaudito e inesperado y ya no importa el orden clásico del inicio, nódulo y clímax para aplicarlas.Muchas leyes tiene el cuento: mantener una tensión sostenida; que no falte ni sobre ninguna frase, de acuerdo a la unidad de efecto de Edgar Poe; hipnotizar al lector y sostener ese estado casi de ensueño hasta el final. Leerlas es un deleite, lograrlas, es tarea de verdaderos artesanos de las letras, los adictos a las palabras: las labradas en el libro en sus manos. No podrá dejar el libro en sus manos, ni aun terminado; las historias continuarán y usted nunca sabrá cómo darles fin, afortunadamente, pues serán parte de su conciencia viva. Grimaldi & Bolio, Crítica Literaria