El COVID alrededor del mundo, subtitulado +100 TESTIMONIOS, es una obra en la cual Esmeralda, la protagonista de la inolvidable novela La Novia Peregrina, vive la terrible pandemia del coronavirus. El presente libro es un referente fidedigno para miles de personas durante el primer año de pandemia, al ser Esmeralda una de las primeras latinoamericanas residentes en el Reino Unido en infectarse con el Covid-19, sus publicaciones diarias en las redes sociales dan a conocer en detalle la evolución de la infección, sintomatología, avances y retrocesos, el aspecto psicológico, emocional y familiar y cómo se reinventa para enfrentar las cuarentenas. Experiencia traumática que la lleva una vez más a vivir la espeluznante cercanía de la muerte, es enriquecida con +100 testimonios de personas de diferentes países, edades, oficios, credos, culturas y situación socioeconómica, es un compartir de vivencias y emociones, desde la rabia, impotencia y desolación al perder a seres queridos devorados por un virus desconocido y aterrador que provoca la histeria colectiva, paraliza al mundo entero al no saber cómo detener su rapidez abismante de propagación y letalidad, y pone de cabeza a científicos y gobernantes en busca de un antídoto. Obra que contiene experiencias de intensa emotividad, solidaridad y generosidad, amor y fe en Dios, descubrimiento y desarrollo de talentos, el surgir de nuevos emprendimientos, algunos progresan económicamente y otros sucumben en la pobreza, el amor florece y nacen miles de bebés en pandemia, en tanto que no es menor el número de familias que se desintegran. Esmeralda decide morir en su casa y no en un hospital, al enfrentarse a la pavorosa cercanía de la muerte, que se muestra triunfadora y dispuesta a arrebatar su vida. La sorprende indefensa y desarmada al ser abatida por el terrorífico Covid-19, como consecuencia de su intrépida osadía de viajar a Italia en plena pandemia, seducida por sus mágicos zapatitos rojos. Los testimonios dan fe de increíbles lecciones de vida; unas desgarradoras, otras no tan crueles, y otras fueron una oportunidad de crecimiento personal, intelectual, laboral, de pareja y familiar. Como también hubo personas que definitivamente quedaron tan dañadas por el Covid, que de solo escuchar el nombre pandemia o coronavirus, sus ojos se vuelven un mar de lágrimas, su pecho se aprieta y enmudecen recordando la traumática y dolorosa experiencia de haber tenido el coronavirus en el interior de sus hogares, con la irreparable pérdida de familiares y seres queridos. Increíble y hollywoodense resulta la experiencia relatada por una pareja de jóvenes padres, que al inicio de la pandemia su bebé tenía tan solo cuatro meses de vida, una niña que creció encerrada junto a sus padres en un pequeño departamento; presas del pánico y la angustia de pensar que el virus podría alcanzar y arrebatar a su preciado tesoro. La niña se cría en una burbuja compuesta solo por sus progenitores, y al salir por primera vez a la calle entra en pánico y estalla en crisis de histeria y llanto al ver que existían más personas además de sus padres. Experiencias positivas existen, y más de las que pudiésemos imaginar, empezando por quienes se sentían de vacaciones, gozando del tiempo libre y recibiendo su sueldo sin siquiera mover un dedo. Unos cuantos no creyeron en la pandemia, denominándola plandemia, haciendo caso omiso de las restricciones de movilidad social. Incluso hubo casos que superaron toda cordura y sentido común, de no respetar ni sus propias normativas impuestas a la ciudadanía, como fue el Party gate del ex primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson. Estos aprendizajes se pueden resumir en tres factores: salud, familia y Dios. Quedando de manifiesto la fragilidad del ser humano y la vida.