Chacao es uno de los municipios más emblemáticos ya no solo de la ciudad de Caracas, sino de toda Venezuela. Es símbolo de desarrollo y modernidad, pero al mismo tiempo tiene un pasado que lo vincula a lo rural, cuando importantes haciendas cafetaleras ocuparon su territorio actual, en especial a partir de finales del siglo XVIII. La progresiva vinculación del pueblo de Chacao con la capital del país, fue síntoma del proceso de crecimiento y modernización que experimentó el país a partir de mediados del siglo XX.
Hoy día, Chacao es uno de los cuatro municipios que forman el Distrito Metropolitano de Caracas, y al mismo tiempo es parte de los 21 municipios del estado Miranda. Tiene una extensión territorial de 13 km², lo que lo convierte en el municipio más pequeño de la ciudad, y está conformado por una sola parroquia, llamada también Chacao. De acuerdo con los datos que ofrece la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI. UCAB. 2020), tiene 70.804 habitantes.
En Chacao sobresale el sector de servicios, albergando los principales centros financieros y comerciales de la ciudad, así como las más importantes sedes bancarias del país, además de ser asiento de embajadas e importantes hoteles.
Dentro de su territorio destacan urbanizaciones y zonas célebres como el Caracas Country Club, La Castellana y Altamira. Posee también una serie de espacios públicos como la Plaza Francia, la Plaza Gran Colombia, la Plaza Brión, en Chacaíto, y la Redoma Isabel la Católica en La Castellana, además de murales que no solo embellecen los espacios públicos, sino que ofrecen una acogedora sensación de modernidad y sosiego.
Este marco social y económico pudiera sugerir que gobernar este municipio no representa un reto mayor, y que cualquiera que lo intente tiene el éxito asegurado. No obstante, la realidad, terca como es, indica otras cosas.
Venezuela vive un proceso político muy particular desde hace más de 20 años, que ha generado significativos escenarios de conflictividad, que se han profundizado en los últimos años. Asimismo, el país es víctima del fenómeno de la hiperinflación, que va camino a romper el récord mundial como la más larga de la historia, y que tan terribles consecuencias sociales ha generado. Además, este cuadro ha provocado una masiva ola de emigrantes venezolanos jamás vista en nuestra historia, siendo una de las más importantes a nivel mundial.
Por si fuera poco, el año 2020 nos trajo el COVID-19, que ha comprometido no solo la salud de miles de venezolanos, sino que también ha hundido aún más nuestra economía.
De acuerdo con los datos que aporta el estudio de Encovi (2020), Venezuela posee una escandalosa cifra de pobreza extrema de 67%, además de un 94% de la población que vive por debajo de la línea de la pobreza. Esa misma investigación señala que el municipio Chacao posee unos porcentajes de pobreza extrema de 34% y de pobreza general del 67%. Si bien estas cifras son mejores que el promedio del país, son realmente preocupantes. Esto deja claro que muy pocos han escapado al deterioro social y económico que experimenta Venezuela.
A la dura situación socioeconómica se suma la decadencia institucional y de servicios públicos en todo el país, profundizando el malestar social, y la aparición del virus no ha hecho otra cosa sino ahondar las dificultades para los venezolanos.
Chacao, además, tiene una característica muy particular: es un municipio donde el14% de la población es mayor de 65 años, casi que el doble del promedio nacional (UCAB. 2020). Se sospecha que esta cifra ha aumentado el último año, producto del éxodo de venezolanos jóvenes hacia otros países. Por lo tanto, un porcentaje importante de la población del municipio puede considerarse como adulto mayor, lo que obliga a ofrecer una atención especial a este grupo, sobre todo con el advenimiento del COVID-19.