Hoy es el primer día de mi vida. Estaba conduciendo por la Interestatal 'I-95' desde Charlotte, Carolina del Norte, de camino a Miami, Florida, y tuve una revelación. No, entiéndeme. No fue una nueva revelación. ¡Pero Dios me habló!
Explicaré algo que me llevó muchos años entender, pero un milisegundo para comprender. Dios siempre está tratando de hablar con cada uno de ustedes, pero ustedes han sido mentalmente condicionados a no escuchar, ver, oler, saborear o tocar la mano de Dios.

Explicaré algo que me llevó muchos años entender, pero un milisegundo para comprender. Dios siempre está tratando de hablar con cada uno de ustedes, pero ustedes han sido mentalmente condicionados a no escuchar, ver, oler, saborear o tocar la mano de Dios.

Dios me habló. No hay duda de que fue Dios. Escuché las palabras en mi cabeza y audiblemente en mis oídos tan claramente como cuando un recuerdo de una conversación pasó por tu conciencia. Las palabras estaban en inglés, pero tenían un anillo autoautenticado de poder absoluto y autoridad de trueno. Sé sin lugar a dudas que Dios todavía habla hoy. Me has oído bien."Este fue el día en que el Espíritu Infinito reveló mi propósito en esta tierra". La mayoría de las personas pasan toda su vida adulta tratando de resolver esto, y muchos se van a la tumba todavía preguntándose.

Mientras oraba y reflexionaba, de repente, sucedió. Dios dijo: "Ha llegado el tiempo". No había la menor duda en mi mente de que estas eran las mismas palabras de Dios. En este mismo momento. En este lugar exacto en el siglo XXI, el año 2022, Dios me estaba hablando con absoluta autoridad y realidad autoevidenciada. Hice una pausa para dejar que esto se hundiera. Había una paz solemne al respecto. El tiempo aparentemente se había detenido, y la plena conciencia de la realidad se desvaneció. No fui llevado a una montaña, ni dejé este planeta físico. Pero me fui a un lugar que no se puede describir en ningún idioma o palabra. Estaba en mi auto conduciendo por una carretera, y Dios tenía algo que decirme, y tenía miedo de escuchar.

Mi primera respuesta al Espíritu Infinito podría haber sido una mejor respuesta. Me tomaron desprevenido, y las palabras salieron antes de que pudiera controlarlas "debes tener a la persona equivocada". No soy un hombre sabio, altamente educado, ni un pilar de mi comunidad, y nadie me escuchará jamás. Este fue mi primer pensamiento. Pero no dije las palabras en voz alta. El Espíritu Infinito me dijo exactamente lo que estaba pensando y repitió repetidamente: "Había llegado el momento". Muchas cosas pasaron por mi mente cuando escuché que había llegado mi momento. Me consideraba una buena persona como muchos de nosotros. Empecé a pensar en todas las cosas que había hecho en mi vida y todas las cosas que no hice e incluso me pregunté si había hecho lo suficiente. Empecé a preguntarme cómo llegaría el final. ¿Me estaba dando Dios una advertencia de que el fin era inminente? ¿Mi coche iba a estrellarse en cualquier momento? ¿Sería este un final violento, y ni siquiera iba a poder despedirme de mi familia y amigos?

Pero eso no es lo que el Espíritu Infinito tenía para mí. El Espíritu Infinito me dijo que tenía que entregar un mensaje a mi prójimo, y me sorprendió. No sabía qué hacer a continuación, así que hice lo que haría un ser humano en mi estado. Le pido a Dios que elija a otra persona porque nadie me escucharía.

Y luego, piénsalo, maravíllate con esto. Sorpréndase de esto. El Dios que hizo los planetas y los puso en órbita creó estrellas que no se pueden contar, creó ángeles y mundos sobre mundos, hizo ríos y lagos, creó humanos, animales y todo lo que podemos ver, preguntar, pensar o imaginar; este Dios habló me está hablando, y cuestioné la autoridad de Dios. Hice una pausa y nunca dije una palabra más. Oré para que Dios me perdonara por mi incredulidad.

Dios