Alejandro Magariños Cervantes (Montevideo, 1825-1897), Uruguay, publicó en Madrid, en 1848 Caramurú, la primera novela uruguaya de tono gauchesco. La crítica española elogió al autor como alguien que había sacado:
provecho de los infinitos portentos naturales de América y de las interesantes costumbres de sus habitantes.
Caramurú significa en guaraní cosa larga y se aplica a la anguila.
La historia se centra en la resistencia contra los portugueses que, al norte del río Negro, llevaron a cabo montoneros y guerrilleros. Durante la contienda se refugiaron en los montes que crecen a orillas del río Uruguay, a la altura de Paysandú.
Es una novela épica ambientada en Uruguay, testimonio de las guerras americanas del siglo XIX.
El personaje principal de esta novela tiene este apodo y es un hijo de indio y española. Vive atrapado en sus conflictos de identidad y su afán épico de justicia.
Tras los personajes ficticios de la novela, están los protagonistas y los episodios reales de la historia del Uruguay que irrumpen en las últimas páginas -Rivera, Lavalleja y los 33 Orientales, las batallas de Sarandí y de Ituzaingó- para darle más verosimilitud a la novela.
El relato es muy ágil y consigue convertir una historia de amor romántico en una trama llena de peripecias políticas. Lejos de los tópicos del romanticismo en boga, Magariños no idealiza la figura del gaucho y prefiere las descripciones de un realismo costumbrista de corte sociologizante.