Excerpt from Calderon y Goethe: Relaciones Entre el M�gico Prodigioso y el Fausto

Rehecho lo ya publicado y terminado el trabajo hasta. Donde nuestras fuerzas alcanzaban, fu� entregado en la secretar�a de la Academia el 29 de Abril, y de �l y de dos m�s se di� cuenta el viernes 6 de Mayo. No habiendo aqu�l alto Cuerpo estimado en nada la Memoria que publicamos hoy, c�pia exacta del original que fu� entregado, nos atrevemos a hacerlo, por no dejar per dido trabajo tan largo tiempoh� comenzado, con el que creemos hacer un servicio, aunque peque�o, 6. Las letras.

Vanse arrastrando las plantas trepadoras, y merced al apo yo que encuentran, suben y suben hasta llegar � ornarse de lin das flores sobre la cima de los m�s altos �rboles. Es dif�cil enton ces, a causa de los laberintos descritos por sus tallos determi nar d�nde se halla el punto del nacimiento de estas plantas, perdido entre la seca hojarasca que tapiza al b�sque, 6 entre los cantos rodados que las aguas torrenciales hicieron descender de lo alto de las monta�as; pues de la misma manera cualquiera de las ideas que vemos descollar y que se ense�orean del tiempo, que llaman nuestra atencion y nos llevan al estudio consumen la vida de un hombre, la de una generacion entera consumir�an, sin haber dejado sorprender la fuente de que emana, por m�s que muchas veces sobre el camino que hacen no sean pocas las que se haya creido tener en la mano el ben�fico hilo de Ariadna. La idea huye ante nosotros como el fuego f�tuo, impelido nor el aire que nuestro cuerpo mueve, y si cansados de la vana per secucion nos detenemos, la podremos ver �un retrocediendo en el espacio hasta perderse en horizontes � que nuestra vista no alcanza.

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