About the Book
Coincidencia "Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia". ¿Coincidencia? Todo lo contrario... ¡nada que ver! los personajes, las anécdotas, los paisajes familiares no son sino elementos del rompecabezas de mi existencia triple, la que se desempeña, y se desempeñó, entre tres orillas, tres continentes. ¿Coincidencia? Todo lo contrario, todos ustedes, mis amores, mis amantes, mis amigos, mis cómplices, se reconocerán entre los nombres, lugares, situaciones, y ¿Quién sabe? su cara se iluminará con una sonrisa cómplice ¡mira! ¡Usó mi nombre! Mira, es ahí donde yo vivía, ¡mira! Eso fue lo que sucedió ¡nos sucedió! ¿Coincidencia? Todo lo contrario, todos ustedes, los que en un momento dado, en algún lugar, compartieron mi cotidianidad, todos aquellos cuyos hilos tejen la trama de mi memoria, están ahí, prácticamente todos. Sí, son ustedes, eres tú, no es ni coincidencia, ni mera casualidad ¡los coloqué como piezas esenciales en el tablero de mis recuerdos!Hay gente, amigos, que me dicen, "eso fue en octubre del 2005, no, perdón, fue en septiembre, ¿no recuerdas? ¡Claro que él no estaba, no vino con nosotros la segunda vez!" o algo así por el estilo. Yo me pierdo, no hay brújula que me indique donde colocar mis historias a un momento dado, en una casilla específica, no hay manera. Sin embargo, a pesar de mi lucha constante para memorizar fechas, a pesar de burlarme de esos calendarios donde me veo incapaz de navegar con exactitud, conservo muy adentro de mí las sensaciones, las emociones, y sobre todo las palabras, escritas, MIKAELA DRIEUX pronunciadas, susurradas, gritadas, todas estas palabras, esas confesiones, confidencias, cartas, llamadas, todos esos gestos, esas miradas hacia ustedes, todos esos intercambios, toda esta madeja. Gracias por haberme escuchado, haberme tendido una mano, ofrecido un hombro acogedor, un abrazo apasionado. Por haber estado ahí para compartir esos instantes y ofrecerme esos regalos múltiples. Gracias a ti, muy especialmente, por haberme suplicado que te escribiera, y haber despertado ese placer, o pasión ¡mejor dicho!