Nada supera la descripción que realiza el Dr. Juan Lafarga Corona-Padre del Desarrollo Humano en México y América Latina- respecto al contenido de esta excelente obra: El déficit de atención con hiperactividad en los niños es abordado por el Doctor Guardado con fundamentación empírica y originalidad literaria... Tres elementos a lo largo del texto dan unidad al libro y mantienen la atención de los lectores a través de la diversidad de la temática al mismo tiempo profunda y accesible. El primero la metáfora del colibrí que hace fácil la compresión del sujeto de la novela. El niño hiperactivo y con insuficiencia de atención no podía estar mejor representado que por un colibrí que se mueve constantemente aunque parezca estar detenido en el espacio. Hay un elemento importante en la metáfora del colibrí y el niño hiperactivo, el colibrí es una criatura bella y original entre las aves cuya vista causa placer ininterrumpido. En contraste, el niño hiperactivo genera simpatía al principio, mezclada con admiración, pero a lo largo del tiempo y muchas veces después del primer encuentro, causa una sensación de cansancio por la variedad y la rapidez de comportamientos en su mayoría molestos tanto para los compañeros como para el educador. En el fondo esta metáfora mantiene vivos en el lector los sentimientos de amor, complacencia y cansancio.El segundo elemento que da unidad a la diversidad de experiencias presentadas, son aquellas características de los profesores descritas por Carl Rogers que sintetizan la pedagogía del Enfoque Centrado en la Persona y construyen la atmósfera del aprendizaje personal. En efecto a lo largo del libro las condiciones necesarias y suficientes para el aprendizaje, expuestas por Carl Rogers dan animación y solidez pedagógica a la enseñanza descrita a lo largo del libro. No hubiera sido esto posible si el autor no poseyera y proyectara en sus actitudes esa capacidad de escucha, esa actitud positiva incondicional, y esa congruencia y transparencia, tan fáciles de describir y tan difíciles de practicar.Otra característica necesaria del maestro en su trabajo diario es la de mantener una sólida relación basada en la estima y aprecio no sólo por los aprendizajes de los estudiantes, sino por su desarrollo como personas y reforzar esa actitud por todos los medios posibles. Por último, si el estudiante no experimenta, no se da cuenta y por lo tanto no puede introyectar las actitudes de su maestro, por las razones que fueran, no podría darse esta atmósfera educativa indispensable para que opere el Enfoque Centrado en la Persona En efecto, además de la teoría del Enfoque Centrado en la Persona de Carl R.Rogers, en el desarrollo de la obra, se hace referencia a conceptos del mismo Dr. Juan Lafarga Corona, insigne investigador, psicólogo, sacerdote Jesuita y catedrático universitario; a contribuciones de investigadores prestigiados a nivel mundial como Fromm, E., Luria, A.R., Cicero, M. A., Ostrosky, F., Velasco, F. R., Litvak, A. M. Gibell, H., Rosentahl, S. F. y Rosemblat, P. y Matute, E., entre otros destacados autores del Desarrollo Humano, Psicoanálisis humanista y de la Neuropsicología. Además de tres décadas de experiencia clínico educativa del autor, la obra cuenta con la solidez de su preparación académica: obtuvo el grado de Doctor en Desarrollo Humano; Doctorado en Orientación y Desarrollo Humano; Doctorado y Master en Neuroimaginación Clínica Humanista; y Maestría en Psicología Clínica. Estudió, a su vez, la Especialidad en Psicología Clínica y Psicoterapia de grupo en instituciones y la Licenciatura en Psicología Clínica. Ha asistido a cursos y diplomados en Neuropsicologia Infantil, Trastornos de aprendizaje y Terapia de juego, así como a Congresos en Psiquiatría infantil, Neurociencias, Trastornos del sueño y Medicina del dormir en Universidades y Asociaciones de reconocido prestigio Nacional e Internacional.