En mis dos libros anteriores, "Aterrizaje de Emergencia - Basado en una Historia Real" y "Aterrizaje de Emergencia - La Vida de Carlos", describí mi experiencia durante mi estadía en Oregón y en el vuelo de regreso a Houston. Durante ese vuelo, uno de los pasajeros, Carlos Pérez, sufrió dos episodios epilépticos severos a mitad del viaje. Junto con una enfermera que viajaba como pasajera en el avión, tuvimos que prestarle los primeros auxilios, desempeñando yo el papel de traductor del inglés al español y, al mismo tiempo, asistir y facilitar el trabajo de la enfermera. Debido a las condiciones médicas que experimentó Carlos -convulsiones generalizadas, pérdida del conocimiento y movimientos involuntarios-, la enfermera informó a la tripulación del avión que, para prevenir complicaciones graves y garantizar la vida del paciente, la única opción viable era realizar un aterrizaje de emergencia y trasladarlo de urgencia a un hospital.
Después de la publicación de mi primer libro, muchas personas me preguntaron sobre el destino de Carlos, su recuperación y su situación actual. Inicié una investigación para saber qué le había sucedido a Carlos. Sin embargo, no obtuve ninguna información que me permitiera contactarlo. Esto me llevó a dedicar tiempo a recordar nuestra experiencia y a explorar cómo podía recrear con imaginación la vida de Carlos para que todos pudieran disfrutar de su historia. Por eso, en mi segundo libro, describí detalles sobre su origen, cómo llegó a Estados Unidos, sus actividades en el país y cómo terminó en un hospital de Oklahoma City. También compartí información sobre su vida actual.
Esta historia no estaría completa sin revelar la increíble existencia de la verdadera heroína; me refiero a la maravillosa vida de la enfermera. Ella fue quien salvó a Carlos, le brindó los primeros auxilios e hizo la oportuna advertencia a los pilotos del avión para que pusieran en práctica, con carácter de urgencia, el protocolo para realizar un aterrizaje de emergencia. Creo que Carlos está vivo hoy gracias a ella. Al igual que con Carlos, intenté contactar a la enfermera, pero no obtuve información que me permitiera localizarla. Por eso, decidí recrear imaginativamente la vida de esta heroína a la que llamaremos Emma. Ese es el nombre que me vino a la mente al recordar su cara de serenidad, profesionalismo y seguridad en esos momentos difíciles y de mucha tensión en el avión. Emma es una heroína que ha salvado y ayudado a muchas personas.
Te invito a explorar y, a la vez, disfrutar los rincones más misteriosos de esta saga, donde la existencia de lugares y puntos en el tiempo, en la vida de los personajes, coinciden de manera misteriosa, sin que ellos se hubieran dado cuenta. Espero que los descubras.