Marca la opción que piensas es la mejor manera de llegar al Cielo.
- Guardando los 10 Mandamientos
- Regalos a caridades
- Haciendo lo mejor que uno pueda
- Manteniendo una vida buena
- Buenas obras
- Tratando de obedecer la ley de Oro
- Diezmando o dando a la iglesia
- Membresía en la iglesia
- Asistencia regular a la iglesia
- Oraciones
- Ayuno
- Bautismo
- Santa Comunión
- Haber nacido en un hogar cristiano
- La Confirmación
- Penitencias
- Unción extrema
Lea adelante para que te des cuenta si, de acuerdo a la Palabra de Dios, estás en el camino correcto hacia el Cielo.
1--Los 10 Mandamientos son las reglas absolutas de Dios para vivir. Ningún hombre jamás ha podido guardar todas las leyes de Dios perfectamente--excepto por el Hijo de Dios, Jesús. Una persona nunca podrá llegar al Cielo a través de sus propios esfuerzos. La Biblia dice: "Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado" (Romanos 3:20)
2, 3, y 4--Regalos a caridades, haciendo lo mejor que uno pueda, y manteniendo una vida buena son actos muy comendables, pero de acuerdo a la Biblia, no van a salvar a nadie: "Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por Su misericordia" (Tito 3:5).
5, 6, y 7--Ni por medio de las buenas obras, ni tratando de obedecer la Ley de Oro, ni dando a la iglesia podrán alcanzarte el Cielo. La Palabra de Dios dice: "Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte " (Efesios 2:8-9).
8, 9, 10, 11--Membresía en la iglesia, asistencia regular a la iglesia, oraciones, y ayuno son todas cosas muy buenas, pero nunca podrán justificar a pecadores delante de un Dios Santo: "Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia" (Isaías 64:6).
12 y 13--Sin confiar en Jesucristo, el bautismo y la Comunión no nos ayudan. La Biblia claramente nos demuestra que estas cosas solamente tienen valor espiritual cuando creemos en Jesucristo. Vea Hechos 8:12; 1 Corintios 11:2, 23-32.
14--Hijos nacidos en hogares cristianos necesitan ser salvos así como cualquier otra persona. "Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por la voluntad humana, sino que nacen de Dios" (Juan 1:12-13).
15, 16, y 17--Ni la Confirmación, ni las penitencias, ni la unción extrema son bases para ir al Cielo. Dios nos ha provisto solamente una manera de obtener salvación.
Entonces ¿cuál es la única manera que Dios ha dado para obtener salvación? La Biblia nos da una respuesta definitiva. La única manera de pasar la eternidad con Dios en el Cielo es teniendo fe únicamente en el Señor Jesucristo.
Porque no podemos salvarnos a nosotros mismos por buenas obras, por buen carácter, por nuestros propios méritos o esfuerzos, Dios mandó a Su Hijo para morir como un substituto por pecadores como tú y yo. Cuando murió el Señor Jesucristo en la cruz y resucitó al tercer día, Él terminó el trabajo necesario para nuestra salvación. Ahora todo lo que Dios requiere de ti es que recibas a Cristo como tu Señor y Salvador: "Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos--le contestaron." (Hechos 16:31).
Entonces cuando confías en Jesús eres salvo y estás destinado a pasar la eternidad en el Cielo. Jesús dijo, "Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eternal y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida" (Juan 5:24).
¿Aceptarás el camino a salvación de Dios? La decisión es tuya. Podrás continuar confiando en las cosas que enlistamos en la página 2. Si es así irás a la tumba sin Cristo y te levantarás afrontándote al eterno castigo de Dios. O, puedes creer en Jesucristo y obtener salvación.
¡Sé sabio! ¡Escoge a Cristo! Luego indica la decisión que has tomado enseguida.
Mi única esperanza para el Cielo está basada completamente en la obra terminada de Cristo Jesús en la cruz. Ahora le acepto como mi Señor y Salvador personal.