Escribí estas historias en el momento del confinamiento por la famosa epidemia, esta enfermedad es sólo una excusa para contar algunas historias.
Europa ha conocido las epidemias y el mundo también. Una definición de epidemia es el aumento repentino del número de pacientes con la misma enfermedad. En esta definición nos encontramos con la palabra muerte, una epidemia de bronquitis no provoca un aumento de la mortalidad de los habitantes. Cuando pronunciamos el término epidemia, pensamos en el cólera y la peste. En la Edad Media provocaron un número considerable de muertes. A veces olvidamos que muchas veces eran un mal menor. Una mala situación provocaba hambruna y la población no tenía más remedio que orar.
Sinónimos de la palabra epidemia son contagio, propagación, peste, pandemia, infección, enzoótica, cólera y epizoótica.
Esto es lo que inspiró esta colección de cuentos.
Estas historias tienen lugar en China, Italia, Francia, Alemania, Suiza y Estados Unidos. Podrían existir en otro lugar, en la escritura, yo sólo seguí mi inspiración, no me decidí por una historia en tal lugar. Mi pluma se ha quedado suelta.
Los lugares, la mentalidad, la cultura influyen en el desarrollo de la historia, tengo en cuenta la historia local, la economía y los problemas sociales. Cada estado tiene su especificidad.
¿Están mejor los humanos durante una epidemia? Tengo una visión bastante negativa del ser, son historias negras. A veces, al leer esta colección, surge un rayo de esperanza. Sin embargo, el comportamiento humano a menudo deja mucho que desear, esperamos un desarrollo positivo. La empatía realmente no es una cualidad compartida por mucha gente. El hombre tiene una visión individualista de su vida. Él reacciona mirando a su ombligo y no al futuro de la especie humana. Se olvida que todos estamos en el mismo barco.
Si el mundo fuera perfecto, mi pluma no tendría mucha inspiración, es cuando se resquebraja, que el escritor escribe para denunciar o simplemente contar una historia.
Ante la angustia humana, cuál es el comportamiento del hombre, algunas historias nos muestran a un individuo dañino, otras nos hablan de personas que tienen corazón.
Fue lo que pasó en Italia lo que me marcó profundamente. La canción como último bastión contra la angustia.
Un torero frente a un toro, se muestra valiente y valiente, pero ante una epidemia, nace la incertidumbre, no tiene forma, su espada y su capa lo transforman en un títere. Nuestro torero está al final de su carrera, sueña con glorias pasadas y amores desaparecidos. Incluso se han prohibido las corridas de toros en Barcelona. Tiene la enfermedad ante sí, puede huir.
En un laboratorio chino, una investigadora se da cuenta de que ante sus ojos vive un virus aún desconocido. El equipo de investigación tendrá que intentar experimentos, uno se pregunta si es peligroso. Se pregunta, llegan conejillos de indias voluntarios. Son uigures, se pregunta, si realmente son voluntarios. Transmitimos el virus y esperamos.
Un naturópata francés decide tratar a los enfermos de una epidemia de una enfermedad grave negando su realidad. Está convencido de que la derrotará con plantas. Cada paciente representa un hermoso billete. Se congregan y algunos se arrastran por el suelo.
Un italiano durante un período de encierro critica su comportamiento, ver a su vecino cantar frente a su edificio lo lleva a criticar su comportamiento.
Una joven alemana quisiera que su abuela muriera para que su padre le comprara un apartamento; la epidemia puede estar ayudando a la providencia. Para conseguir el apartamento, tendrá que vacunar a su abuela con el virus y luego verla morir.
"Un suizo se rebela contra la presencia de gitanos, podrían traer este virus" . Se pregunta si puede ayudarlos, necesitan ayuda.