Hay experiencias que trascienden los límites de la realidad tal y como la conocemos. Momentos en los que el tiempo y el espacio se desvanecen para dar paso a un mundo mucho más vasto y misterioso.
Tuve la suerte de vivir una de esas experiencias durante una regresión a mis vidas pasadas.
Como sanador, siempre he estado fascinado por los recovecos del alma y las diferentes encarnaciones que han moldeado nuestro ser.
Así que cuando me sumergí en los recovecos de mis vidas pasadas, no esperaba hacer un encuentro tan increíble como el que me esperaba.
Fue así como conocí al Gran Sacerdote Aaron,
el hermano de Moisés.
Estaba sumergido en una época lejana, donde las costumbres y las creencias eran muy diferentes a las que conocemos hoy en día.
Pero a pesar de eso, supe de inmediato quién era.
Su presencia era tan fuerte, tan poderosa, que no podía negarla.
Intercambiamos palabras, ideas, emociones, sin siquiera tener que hablar. Parecía conocer cada faceta de mi ser, cada secreto que había mantenido enterrado en mí.
Hablamos de Dios y de su Amor infinito...
De los Ángeles, de la vida, de la muerte, del amor y de la curación.
Otros se unieron a nosotros trayendo sus propias vibraciones;
Sus palabras estaban llenas de una sabiduría antigua y de una fuerza increíble, que penetraron en mi alma y encendieron una chispa de comprensión que nunca había conocido antes.
"No todo es perfecto, en la 'Forma' a veces las palabras y las ideas se repiten, pero el ritmo vibratorio es esencial para el 'Fondo' de un egregor justo y perfecto."
"Me sentí bendecido/a de 'recibir' sus enseñanzas."
(Kabbalah en hebreo significa 'recibir')
Y sin embargo, me sentía cómodo en su presencia, como si estuviera reencontrando a un amigo perdido desde hace mucho tiempo.
Desde esta increíble experiencia, he seguido explorando las travesías de mi alma a lo largo de sus diferentes encarnaciones.
Porque me han permitido entender aún mejor a las personas que curo y acompañarlas en su propio viaje interior.
Soy un sanador apasionado y practico este método en mis pacientes para ayudarlos a descubrir aspectos profundos de su interior para ayudar a sanar sus heridas emocionales, físicas y mentales explorando las experiencias traumáticas y patrones de comportamiento de sus vidas anteriores.
Estoy profundamente agradecido por este encuentro con el Gran Sacerdote Aaron, ¡bendito sea! y sé que nuestros caminos se cruzarán de nuevo.La Enseñanza de Aaron en la forma kabbalística gira en torno a la idea de Dios como una fuerza que todo lo abarca y gobierna cada aspecto de nuestra existencia.
A lo largo de los diálogos, hemos explorado diferentes temas como el amor, la sanación, los ángeles, la creación del mundo, la alegría, la tristeza, el paraíso, el hogar, la muerte, la mejora personal, la oración, los Salmos, las leyes, la debilidad, la enfermedad, la amistad, el placer, la sabiduría, el bien y el mal, la fe y la confianza, la relación entre el hombre y la mujer, y el pasado, presente y futuro.
Hemos discutido cómo Dios está presente en cada momento de nuestras vidas, guiándonos hacia nuestro propósito y proporcionándonos la fuerza para superar la adversidad.
Las enseñanzas también destacan la importancia de reconocer y conectarse con la energía divina dentro de nosotros mismos, ya que es a través de esta conexión que podemos encontrar la verdadera realización y felicidad.
Además, las enseñanzas advierten sobre los peligros del mal de ojo y las intenciones dañinas de las brujas, enfatizando la necesidad de protección y conciencia espiritual.
En general, la Enseñanza de Aaron en la forma kabbalística anima a las personas a cultivar una comprensión y conexión más profunda con lo divino, y a utilizar esta conexión para llevar una vida más significativa y satisfactoria.