Después de largos años de compartir sus enseñanzas en un grupo de Autoayuda en Buenos Aires. Argentina. Desde 1986-1994. Fui impregnándome de su filosofía positiva. Con el pasar de los días podía comprobar los efectos de una coherencia entre pensamiento y sentimiento. Cada momento y de modo consciente formulaba una afirmación o un decreto para esperar y confiar que se haría realidad. Era amante de la filosofía y la psicología, me había formado en ella, muy a pesar de lo que estaba viviendo en esos momentos buscaba un cambio radical en mi vida. Un nuevo paradigma que me hiciera vibrar desde lo más profundo. Las enseñanzas de Louise Hay fueron como un peldaño para transitar hacia los 40 años que muy pronto cumpliría. Una nueva etapa de el ser humano donde sus preguntas ya tienen respuestas aunque muchas veces no en la coherencia que se desea. Agradezco aquellos primeros libros que comencé a leer con tanta inquietud y luego comentamos en el grupo. Las prácticas que realizamos en forma de tertulia, que por su lenguaje era muy novedosa y quizá poco comprensible para muchos. A mi personalmente fueron dejando huellas muy profundas. Despertaron en mí el valor y la confianza que había quedado apagada por las circunstancias de la vida. Cada mañana era un nuevo despertar, una nueva ilusión, una nueva ganas de vivir y de sentir que todo era posible, sólo tenía que darme permiso a cambiar mi percepción de las cosas, cambiar mi punto de referencia, algo que con el tiempo fui comprendiendo cada vez más. No quedarme con lo que no pudo ser, darme permiso a lo nuevo que puedo crear y todo ello partiendo de la aceptación, de la comprensión y perdón de mi misma y de mi entorno. Sin juicios, sin críticas, sin debilidades. Buscando cada día esa fortaleza, esa constancia de seguir, de tener el valor de enfrentarme a lo que la vida cada día me ofrecía. De agradecer cada momento como una oportunidad de aprendizaje, de ser creadora de una nueva realidad en mi vida y en mi entorno. Hice mis primeros relatos en papel, sobre ese gran cambio que se fue gestando en mi vida. En aquella época nunca pensé que llegué que se pudiera publicar. Ahora tenemos la suerte de estos maravillosos servicios que nos ofrece Amazon y podemos hacer realidad nuestro sueño de juventud. Escuchando mi corazón desde lo más profundo, plasmo en puño y letra lo que ahora transcribo para vosotros. Ya llevamos muchos años de estas filosofías y metafísicas cuánticas del pensamiento. Quizá para muchos no es novedoso. Esto va cargado de cariño para aquellos que recién comienzan su despertar. Que lo disfrutéis tanto como yo. Está elaborado en formato agenda, aunque hay muchas versiones es una adaptación donde expreso su mensaje para jóvenes y no tan jóvenes que mantengan su corazón abierto. Gracias a las maravillosas enseñanzas de una gran mujer y maestra Louise Hay.