Este libro presenta 30 sesiones de yoga aéreo, y está pensado como una herramienta de trabajo. Unas sesiones se focalizarán más en el plano físico, otras en el plano energético, emocional, mental, y así podrás seleccionar qué clase te apetece seguir, dependiendo del enfoque que quieras dar a tu sesión. Escribe Montse Lominchar.Ninguno de estos guiones está cerrado. Escucha a tu cuerpo, estate siempre presente y disponible a sus mensajes y, si tu cuerpo te pide algún cambio o adaptación, sigue tu impulso. Puedes eliminar o añadir las asanas que desees, siempre que cuides el haber calentado de forma apropiada y sientas que hay coherencia, fluidez y no hay ningún movimiento que "chirríe". Con la práctica esto es más fácil de detectar.
La duración de las clases propuestas es de 90 minutos aproximadamente, pero depende mucho del tiempo que dediques a cada asana. Mi recomendación es que mantengas las posturas hasta tu máximo. Cuando aparezca en tu mente el mensaje de "no puedo más", mantén sólo una respiración más y después deshaz para relajar.
Las sesiones de yoga aéreo no dejan de ser sesiones de yoga a las que se les incorpora una herramienta más, como pueden ser los ladrillos, los cinturones... Como en cualquier práctica de yoga, aprende a distinguir entre esfuerzo y exigencia. Esta última no te ayudará a avanzar y profundizar en tu práctica sino todo lo contrario, pero el esfuerzo y la disciplina te ayudarán a crecer y a transformarte en conciencia.
También aprende a distinguir entre la sensación de estiramiento profundo y el dolor, No debes sentir dolor en ningún asana, ni aéreo ni de tierra; recuerda que el yoga es una filosofía que nos muestra el camino del respeto y el amor (Yamas y Niyamas). Es una técnica que permite y ayuda a reconocer el lenguaje del cuerpo; si le "asustas" o no estás disponible a la escucha, éste dejará de comunicarse y de expresarse en su forma sutil y recurrirá a mensajes más contundentes, como son enfermedades, contracturas, lesiones... Sentir dolor durante la práctica te aleja de la filosofía del yoga; mantén una relación amorosa, cercana y respetuosa con tu cuerpo. ¡Esto sí es yoga!
Dedica tiempo a la meditación; es el medio y es el fin... Sentir ese espacio de silencio interno, en el que el parloteo mental cesa y todo se hace presente y pacífico. ¡Lo que es dentro, es fuera!
¡Y, sobre todo, disfruta de la práctica!