St Thérèse Of LisieuxSanta Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, más popularmente conocida como Santa Teresa de Lisieux, o la florecilla, vivió de 1873 a 1897 en Normandía Francesa. Creció en un hogar católico y amoroso, cuidada por sus santos padres, San Louis y Sata Zelie Martin, y rodeada por cuatro amorosas hermanas mayores. Cuando tenía quince años, Teresita ingresó en el Carmelo de Lisieux, un pequeño monasterio donde vivió una vida silenciosa durante los siguientes nueve años, hasta su prematura muerte por tuberculosis, a los veinticuatro años. En su enfermedad, esta alma escondida profetizó que el mundo entero la amaría; y prometió pasar su Cielo haciendo el bien en la tierra, dejando caer una lluvia de rosas después de su muerte. Siendo fiel a su promesa, Teresita se convirtió en una gran intercesora y amiga, lo mismo de los sacerdotes, como de los niños, misioneros, religiosos y de los laicos, por igual. Sus memorias fueron compendiadas en un libro: La Historia de un Alma, que fue publicado por sus hermanas un año después de su muerte y que ha sido traducido en más de 60 lenguas. Teresita es famosa no sólo por mirar desde el Cielo, sino por bajar desde el Cielo, haciendo su presencia y amor conocidos a través del don de las rosas, de la fragancia de flores, y de la respuesta a peticiones, que cubren una amplia gama, que va desde conversiones hasta curaciones físicas. Ella ha sido nombrada oficialmente como Patrona de las Misiones, Patrona de Francia y Doctora de la Iglesia. Dedicada por completo al Señor, especialmente en Su niñez y en Su Pasión, Santa Teresita disfrutaba rezar el Via Crucis. Fue durante el rezo de esta devoción que ella experimentó, poco tiempo después de hacer su Acto de Oblación al Amor Misericordioso, el traspaso del corazón, mencionado por San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila. En este libro se han seleccionado cuidadosamente citas de sus escritos, para complementar e iluminar las tradicionales 14 Estaciones, buscando que su misión sea cumplida: hacer que Dios sea amado como ella le ama. St. Thérèse of the Child Jesus and the Holy Face, more popularly known as St. Thérèse of Lisieux, or the Little Flower, lived from 1873 to 1897 in Normandy, France. She grew up in a loving Catholic home, nurtured by her holy parents, St. Louis and St. Zelie Martin, and surrounded by four loving older sisters. When she was fifteen, Thérèse entered the Carmel of Lisieux, a small monastery where she lived a quiet life for the next nine years, until her early death at twenty-four from tuberculosis. During her illness, this hidden soul prophesied that the whole world would love her, and she promised to spend her Heaven doing good on earth, letting fall a shower of roses after her death. True to her promise, Thérèse became a great intercessor and friend of priests, children, missionaries, religious, and laity alike. Her memoir Story of a Soul was published by her sisters a year after her death and has been translated into more than 60 languages. She is famous for not only looking down from Heaven, but coming down, making her presence and love known through the gift of roses, the fragrance of flowers, and answers to petitions which run the gamut from conversions to physical healings. She has been officially named Patroness of the Missions, co-Patroness of France, and a Doctor of the Church. Devoted wholly to Our Lord especially in His childhood and in His Passion, St. Thérèse loved making the Stations of the Cross. It was during one such Way of the Cross that she experienced, shortly after making her Act of Oblation to Merciful Love, the transpiercing of the Heart spoken of by St. John of the Cross and St. Teresa of Avila. In this book, quotations from her writings have been carefully selected to complement and illuminate the traditional 14 Stations, in order that her mission may be fulfilled: to make God loved as she loves Him. Read More Read Less