En ocasiones, sentí la necesidad de escribir sobre lo que vivía o veía, convirtiéndose en un pasatiempo darle forma y rima a lo que quería expresar, hasta lograr un poema, no sin antes hacer incontables borrones y romper cualquier cantidad de hojas. Una vez conforme con lo escrito, lo guardaba, así fui coleccionándolos por años y ahora, con la idea de compartirlos con ustedes, he querido presentarlos en un libro, al que por nacer a su tiempo y de una forma natural he titulado Sin Cesárea, nombre que surge al desempolvar un bonito recuerdo allá en mi tierra natal, Piedra Blanca, comunidad ubicada a unos 25 KMs de la común cabecera, del municipio de San Ignacio de Sabaneta, Provincia Santiago Rodríguez. Para la década de los años 70, los caminos vecinales que comunicaban con Sabaneta, eran casi intransitables y los medios de transporte escasos, siendo las formas de trasladarse más comunes a pie y a caballo, por lo que se hacía necesario que una mujer en su noveno mes de embarazo se trasladara a la ciudad y se hospedara donde un familiar o amigo suyo, con el fin de que, llegado el momento, estuviera cerca del Hospital General Santiago Rodríguez o de algún centro médico privado y así recibir las debidas atenciones. Tan pronto se hacía el parto, alguien se trasladaba a Radio Zamba para poner un aviso a familiares y amigos de la recién parida, que decía más o menos así "Atención a la tanda de servicios públicos de esta hora, por su emisora Radio Zamba, la reina del noroeste: avisamos por este medio en Piedra Blanca, Palmarejo, a los familiares y amigos de la señora Gladys Torres, que ella acaba de dar a luz un niño, sin cesárea". Decir sin cesárea era información suficiente para que los oyentes interpretaran que el nacimiento se produjo a su debido tiempo, de forma natural y que todo había salido bien. Como ya explicaba, estos poemas fueron emanados del alma a su tiempo y de forma natural, así que por similitud surge el nombre de SIN CESAREA, Amigo lector, sin más preámbulos dejamos a su consideración y disfrute el contenido de SIN CESAREA.
About the Author: Diógenes De los Santos Díaz Torres, nació en Rincón Llano, el 27 de marzo de 1970 (Viernes Santo), 6 días despues del inicio de la primavera, es el primogénito de Juan Antonio Díaz y Gladys Rafaela Torres. Sus inquietudes por escribir surgen desde su niñez, quizás al contemplar las múltiples formas de belleza en su entorno y de querer plasmar en papel sus ideas, sentimientos y emociones. Sus primeros desafíos fueron los estudios primarios y luego los del bachillerato los cuales siempre fueron realizados lejos de su casa, teniendo que desplazarse varios kilómetros a pie, esas caminatas diarias y el compartir con los compañeros de escuela, le hizo ver la vida con más valor y le permitió hacerse reflexivo antes de tiempo, a través de la familia y vecinos adquiere una formación basada en valores y con una sensibilidad social que lo lleva a ser de los fundadores del Club Brisa de los Pinares de Piedra Blanca, llegando a ser presidente del mismo, tambien formó parte de varios grupos culturales, siempre con la idea de ayudar a que el campo cambie para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes que son sus hermanos. Aunque la esperanza lo trasplantó a otros surcos, se siente tan orgulloso de la tierra que cubre sus raíces que decidió subirla a la Internet, creando la Web santiagorodriguez.com.do cuyo objetivo principal es compartir con el mundo la cultura de la provincia cuna de la Restauración. Es miembro del comité organizador del Abrazo Sabanetero, (creador del logo) encuentro que promueve la integración de los santiagorodriguenses. También forma parte de Serranos, (creador del logo). No se espere que el contenido de Sin Cesára sea una demostración de ensayos epistemológicos orientados por una inquietud por la ciencia ni una demostración de los últimos avances tecnologicos, los cuales sí se enmarcarían en su carrera de Licenciatura en Sistemas y Computación, sino un humilde aporte fruto de su firme convicción de que la vida es bella, si se vive para el bien y que las precariedades no son más que barreras a romper, teniendo de aliado a Dios y como prioridad la familia. Este poemario es en cierto modo un acto de valentía, en un tiempo en el que muchos han ido aceptando los anti-valores como buenos y validos y los que nos resisitimos hacerlo, corremos el riesgo de ser tildados de atrasados e inadaptados sociales, de ahí que se puede considerar como un tributo para los que aun creemos en el amor y reservamos un espacio para el romanticismo.