La rosa del desierto es una hermosa obra poética dedicada a la Gran Madre. Según la psicología analítica de Carl Gustav Jung el arquetipo materno representa uno de los pilares fundamentales del inconsciente colectivo, de la conciencia de la humanidad.La Gran Madre simboliza el alma primitiva, que remite, en su génesis, a la historia de todas las religiones. Representa la sabiduría y la espiritualidad, el renacimiento y la transformación mágica, el instinto o impulso que ayuda y protege; los conocimientos secretos y ocultos; el Más Allá, el inframundo o el mundo de los muertos. Este arquetipo de lo femenino está situado en las raíces profundas de la conciencia individual. Las estructuras simbólicas de la imagen femenina aparecen proyectadas por la psique humana en la mitología, en el arte y la creación, en las fantasías y los sueños. Son manifestaciones de la Gran Madre, que hemos heredado de numerosas culturas ancestrales, impregnadas de un gran simbolismo, tanto iniciático como religioso. El arquetipo madre abarca diferentes aspectos: naturaleza, madre universal, señora de los elementos, criatura soberana del tiempo y del mundo espiritual, reina de los muertos, reina de lo inmortal... reina del mar y de los silencios del mundo subterráneo. Es el origen, la creadora de toda la vida; simboliza todas las fases de la vida cósmica, reuniendo todos los elementos.En la mitología de cada cultura ancestral aparece representada por una deidad; es la diosa de la fertilidad que asegura la perpetuidad del hombre; la diosa de la agricultura; es la Madre Tierra y la vida misma. El arquetipo madre cobra valor como concepto y alegoría a lo largo de la historia. En términos espirituales, la madre es manantial de sabiduría que inspira y conduce al hombre al conocimiento de la vida; es filosofía, que dirige la instrucción del ser humano; es la musa inspiradora, que permite la evolución espiritual a través de la poesía, de los sueños, de la fantasía y de las visiones. En la mitología del antiguo Egipto está representada por la diosa de la magia Isis, esposa de Osiris y madre de Horus. Es la gran diosa madre, la fuerza fecundadora de la naturaleza, diosa de la maternidad, del misterio de la vida; diosa de la luna, señora del cielo, de la tierra y del inframundo, relacionada con el misterio de la muerte y la resurrección. Todas estas imágenes primordiales procedentes de la historia han creado el inconsciente colectivo, es decir, la herencia espiritual de la evolución del ser humano. Estas imágenes impregnan la memoria colectiva, creando conexiones en el universo entre el mundo sensible y el mundo inteligible. El universo es una red de cuerdas invisibles que se expande hacia el infinito, red de Indra; en cada intersección hay una perla, espejo de las demás. Existe un fluido, un plasma sutil que nos envuelve y lo conecta todo. La conexión cuántica explica el fenómeno de la sincronicidad. Los deseos, sentimientos, pensamientos viajan del consciente al subconsciente y de ahí pasan al inconsciente colectivo. El subconsciente de una persona sensible puede captarlos y transformarlos en bellas obras de arte creativas. La rosa del desierto es un viaje ilusorio a culturas ancestrales en el tiempo inmemorial, donde la poeta nos transporta a los misteriosos orígenes del pueblo esenio. Transmite mensajes ocultos, mitológicos, sobre creencias y conocimientos secretos de antiguos pueblos iniciáticos: esenio, egipcio, tibetano, hindú y bereber.Es un canto al Alma Cósmica, a la luz del Universo. Una exaltación del espíritu viviente de la libertad y del arte dulce de la palabra. Un camino de búsqueda interior, de valores éticos y dianoéticos. La rosa del desierto, la rosa de Jericó, es la flor de la reminiscencia, de la transmigración e inmortalidad del alma humana. La vía iluminativa para alcanzar la auténtica felicidad es la sabiduría, el conocimiento. La verdad, el auténtico despertar está en nuestro Y
About the Author: Maika Etxarri (Pamplona, 1964). Fue enfermera en diferentes hospitales, pero su trabajo en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Navarra supuso para la autora un valioso aprendizaje por convivir con el dolor y el sufrimiento ajeno; la etapa de su vida más reflexiva donde observó la enorme fragilidad del ser humano. No le quedaron dudas: no importa lo que una persona posea materialmente, sino el amor incondicional de sus seres queridos. Paz, solidaridad, justicia e igualdad son los valores esenciales que fijan su rumbo. Se considera una ciudadana más del mundo. Por bandera la paz, ninguna religión ni partido político, tan sólo guiada por el corazón y el alma. Reflexionando la filosofía de la vida, escribe éste, su primer libro de prosa poética "La rosa del desierto - Mitología ancestral". Con su poesía y sensibilidad, Maika Etxarri nos presenta una bella obra dedicada al poder del amor, a su madre, a la Madre Libertad, a la Madre Tierra, a la mujer coraje y madre libre.